ayúdenme con un historia corta de vampiro
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Había una vez un pequeño vampiro llamado Drácula que no podía comer nada que fuera de color rojo, es decir, no podía comer granadas, fresas, sandías, tomates ni nada de ese color. En su lugar él y su familia comían alimentos de color naranja, pues era lo más parecido al color rojo que podían probar.
Pero te preguntarás ¿por qué no podían comer alimentos rojos? En su familia estaba terminantemente prohibido, ya que años atrás su bisabuelo el Conde Drácula Draculez, había perdido sus dientes al haber mordido una granada en mal estado. Los Draculez eran felices sin el color rojo en su vida, aunque a veces para evitar la tentación, tenían que ver fotos de alimentos rojos en mal estado para no tener una recaída.
Un día, en la noche de Halloween el pequeño mordió una calabaza, pero como aún no estaba madura, se le terminaron cayendo sus brillantes colmillos. De pronto se dio cuenta que a toda su familia ¡les había pasado lo mismo! Todos estaban tristes por no poder morder nada, así que a Drácula se le ocurrió una brillante idea; consiguió una gran cantidad de frutos rojos y preparó una sopa para toda su familia. Aunque su padre se molestó porque su hijo había desobedecido, terminó por comer la sopa gracias al hambre que tenía.
Al final la sopa resultó tener efectos mágicos ya que en cuanto acabaron todos de comerla, les crecieron unos colmillos sanos y fuertes, incluso mucho más bonitos de los que tenían antes. El pequeño Drácula ¡se convirtió en el héroe de esta historia! Y toda su familia terminó agradeciéndole.
Respuesta:
Había una vez un pequeño vampiro llamado Drácula que no podía comer nada que fuera de color rojo, es decir, no podía comer granadas, fresas, sandías, tomates ni nada de ese color. En su lugar él y su familia comían alimentos de color naranja, pues era lo más parecido al color rojo que podían probar.
Pero te preguntarás ¿por qué no podían comer alimentos rojos? En su familia estaba terminantemente prohibido, ya que años atrás su bisabuelo el Conde Drácula Draculez, había perdido sus dientes al haber mordido una granada en mal estado. Los Draculez eran felices sin el color rojo en su vida, aunque a veces para evitar la tentación, tenían que ver fotos de alimentos rojos en mal estado para no tener una recaída.
Un día, en la noche de Halloween el pequeño mordió una calabaza, pero como aún no estaba madura, se le terminaron cayendo sus brillantes colmillos. De pronto se dio cuenta que a toda su familia ¡les había pasado lo mismo! Todos estaban tristes por no poder morder nada, así que a Drácula se le ocurrió una brillante idea; consiguió una gran cantidad de frutos rojos y preparó una sopa para toda su familia. Aunque su padre se molestó porque su hijo había desobedecido, terminó por comer la sopa gracias al hambre que tenía.
Al final la sopa resultó tener efectos mágicos ya que en cuanto acabaron todos de comerla, les crecieron unos colmillos sanos y fuertes, incluso mucho más bonitos de los que tenían antes. El pequeño Drácula ¡se convirtió en el héroe de esta historia! Y toda su familia terminó agradeciéndole.
No especificaste si era infantil o adulta XD