ayudaaaaaaaaaaaaa 2) Utilizando el siguiente banco de palabras, explica brevemente el proceso de “Venta de la Bandera” suscitado durante el gobierno de Cordero Crespo. Japón, Chile, Ecuador,gobierno, derrocar
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El exdictador Ignacio de Veintimilla, exiliado en Santiago desde su derrocamiento en 1883, había tenido acceso a la información reservada y la envió al periodista liberal de oposición Antonio Lapierre, cuñado de su sobrina Marietta, la célebre «Generalita». Gobernaba el presidente Luis Cordero, un hombre respetado y de prestigio aunque de débil carácter, que representaba la continuidad de los regímenes neoconservadores «progresistas», que se habían instaurado luego de la caída de Veintimilla. Y aunque tal objetivo se había logrado en coalición con los liberales, los habían apartado del poder, lo cual dio lugar a una sucesión de revueltas. Ante la alerta a ‘sotto voce’ de Lapierre, sucedió que el joven liberal Alberto Reina, empleado de la oficina del Cable, sustrajo copia de telegramas cifrados enviados a Caamaño por el cónsul de Ecuador en Nueva York, Modesto Solórzano, que fueron decodificados por el director de El Diario de Avisos, José Abel Castillo.
« Flint ofrece dos mil doscientas libras en privado para nosotros. » Caamaño había promovido la transacción que suponía el préstamo de la bandera, como un servicio a Chile que luego sería retribuido con apoyo militar ante un eventual conflicto con el Perú. Noguera, para que el buque «Esmeralda» haga un viaje de ensayo a Honolulu y que se pueda establecer si sus condiciones marineras eran adecuadas para las costas y ríos de Ecuador. Un grupo de prestantes ciudadanos guayaquileños, que incluía a Pedro Carbo , José Luis Tamayo, Felicísimo López, entre otros, convocó a una asamblea cívica para designar un Comité de Investigación.
La poblada salió a las calles al grito de ¡Viva Alfaro! ¡Abajo la Argolla!, y cercó amenazante la residencia de Caamaño. Sabiendo que la seguridad suya y de su familia corría peligro, Caamaño optó por viajar sigilosamente al extranjero, de donde jamás volvería. La consigna era proclamar jefe supremo a Eloy Alfaro, quien seguía los acontecimientos desde León, Nicaragua. En abril, la sublevación de la «Columna Flores», en Quito, con apoyo popular, obligó al ministro de Guerra, general José Sarasti, a sacar a las calles a unidades leales para reprimir el alzamiento a sangre y fuego.
Y aunque el orden quedó restablecido, Cordero presentó su renuncia irrevocable. Se encargó del poder el anciano vicepresidente Vicente Lucio Salazar, quien convocó a elecciones presidenciales anticipadas para el 20 de junio. El 4 junio, la juventud liberal guayaquileña se tomó las calles a punta de fusil y bala, produciéndose una refriega con partidas del ejército oficialista. Ante la insostenible situación, el general Flores, siguiendo el consejo del gobernador Rafael Pólit, un respetado conservador, convocó a una junta de notables para entregar la ciudad.
Encargada la jefatura civil y militar a Ignacio Robles, reunió al día siguiente a dicha junta para la histórica proclama de la Revolución Liberal. De esta forma, la senda de la transformación liberal, que no pudo tener continuidad después de la revolución del 6 de marzo de 1845, fue retomada para dar inicio al cambio de epoca dependiente.