Castellano, pregunta formulada por mg81479749, hace 1 mes

AYUDAAAAAAAAAAA ES URGENTE DOY CORONITA
1._escribe una fabula o cuento con el valor de la tolerancia

Respuestas a la pregunta

Contestado por AMMG6962
2

Respuesta:

el caballero sin armadura

Había una vez un caballero que quería recorrer el mundo en busca de fama, fortuna y, sobre todo, aventuras. Así que cogió su caballo, sus armas y se puso en marcha.

-¿Qué pasa con la armadura? -le preguntó su mejor amigo-. ¿No pretenderás luchar una? ¿Qué clase de caballero eres si no llevas armadura?

-El verdadero caballero no es un prenda, es una actitud -le dijo, solemne, el caballero-. Mi corazón, mi valor y mi destreza serán mis verdaderas señas de identidad.

El amigo no daba crédito a lo que oía, y le dijo:

-De nada te valdrá ser muy valeroso y noble si no llevas una armadura que te ayude a frenar los golpes.

-Te demostraré cuán equivocado estás -dijo el caballero.

-Tú mismo, chaval -le dijo el amigo-. Buena suerte.

El caballero se puso en camino y, durante varias semanas, se dedicó a salvar niños, ayudar a personas mayores en apuros y a hablar por los más débiles para defender sus derechos.

La buena fama del caballero sin armadura empezó a correr y llegó a oídos del rey. Este le mandó llamar. Cuando llegó a su presencia, el rey dijo al caballero:

-Necesito un caballero valiente y honrado que ahuyente a un dragón que acecha mi castillo. Si lo consigues, te daré lo que quieras.

El caballero aceptó y se puso en camino. Cuando llegó a la cueva del dragón descubrió que el dragón no era malvado. Hablaron y el caballero le dijo que hablaría en su favor para que pudiera quedarse en su casa si prometía ser cuidadoso y respetar a la gente.

El dragón aceptó. Pero justo cuando el caballero se iba unos muchachos envalentonados empezaron a gritar desde lo alto de una colina:

-¡Vete, dragón, no te queremos aquí!

El caballero le dijo al dragón:

-No te preocupes. Hablaré con el rey y todo este malentendido se arreglará.

Pero justo en ese momentos muchachos empezaron a tirar piedras con tan mala suerte que el dieron al caballero en la cabeza. Este se desplomó, inconsciente por el golpe.

EEl caballero sin armadural dragón llevó al caballero cerca de un camino para que lo encontraran y lo llevaran al castillo. Allí lo curaron.

Cuando el caballero contó lo que había pasado y el trato al que había llegado el rey le dijo:

-Entonces solo falta saber qué quieres a cambio de tu ayuda.

-Creo que una armadura y, sobre todo, un casco, no me vendrían nada mal -dijo el caballero.

El rey se lo dio, además de una jugosa recompensa.

El caballero se marchó, con su armadura en las alforjas, lista para usar cuando la ocasión lo mereciera.

Y así, el caballero sin armadura, descubrió que ser un caballero de corazón no está reñido con vestir el atuendo apropiado en el momento apropiado.

Explicación:

Contestado por Kare8272
0

Respuesta:

Una niña hablaba con su madre en el regreso a su casa:

-Mami, hoy llegó una niña nueva a las escuela.

-Eso es genial, ¿te comunicaste con ella?.

-No mami, la mordí.

- ¿La mordiste? pero, ¿por qué lo hiciste? ¡La niña nueva estará muy triste!

- Mami, yo quería probarla.

- ¿Probarla?

- Sí mami, la niña nueva es de chocolate y otros niños la llamaron negra.

- ¿De chocolate? ¿Negra? ¡Oh! Cariño, ¡ya entiendo! Ven, acércate, siéntate junto a mí, quiero contarte una historia...

Mira, hace muchos años, en un país muy lejano, existía una pequeña aldea en la que sus habitantes vivían muy tristes porque el Sol cada día brillaba tan fuerte que solo les quedaba la noche para poder salir fuera de sus casas. Los niños no podían ir a la escuela, los papás no podían ir al trabajo...

- Pero mami, hoy también brillaba el Sol fuerte y fuimos a la escuela...

- Tienes razón cariño, pero fíjate, escucha...

En aquella aldea además de brillar muy fuerte el Sol, quemaba tanto, que los campos estaban sin flores, los ríos se secaban y si sus rayos tocaban en la piel de los aldeanos les producía unas quemaduras terribles. Entonces un día una niña pequeña como tú, le dijo a su mamá:

- Mami, esta noche buscaré al Señor Sol y le pediré por favor que deje de quemar nuestros campos, de secar nuestros ríos y de dañar nuestra piel. Él no me da miedo, la noche me protegerá y yo me cubriré muy bien.

La niña subió muy despacito una gran montaña esperando sin miedo a que el Señor Sol apareciera en el horizonte.

- ¡Señor Sol, Señor Sol!

- ¿Quién me despierta tan temprano? Aún no ha amanecido - la voz del Señor Sol era un poco ronca pero la niña no se asustó y continúo llamándole...

- ¡Señor Sol, Señor Sol, por favor deje de quemar a mi pueblo!

Entonces el Señor Sol abrió sus brillantes y grandes ojos sorprendiéndose al ver a una niña pequeña envuelta en telas de muchos colores despertándole tan temprano.

- ¿Qué haces aquí pequeña?, ¿Por qué llevas esas telas? Apenas puedo verte. ¿No tendrías que estar en la escuela? - le preguntó el Señor Sol un poco disgustado.

Entonces la niña le explicó con todo detalle el motivo de su visita.

- Si me quito estas telas, quemarás mi piel clara y me dolerá mucho.

El Señor Sol se quedó muy pensativo y transcurridos unos minutos a los que la niña esperó pacientemente le dijo:

- Eres muy valiente, y tienes un gran corazón porque no solo has venido por ti, así que voy a hacerte un regalo.  

Buscó en un bolsillo de su gran bola radiante, sacando de él unos saquitos que entregó a la niña diciéndole:

- Mira, dentro de estos saquitos hay unos pequeños escudos mágicos que protegerán tu piel y a todos los habitantes de tu aldea. Tu piel se oscurecerá y estará siempre protegida contra mis fuertes rayos. Para tus campos y tus ríos, mandaré a mis amigas las nubes para que preparen las estaciones de las lluvias y no se olviden de tu aldea.

La pequeña agradeció al Señor Sol todos sus regalos y marchó rápido hacia la aldea.

Al día siguiente, todos los habitantes de la aldea habían puesto ya en su piel los pequeños escudos mágicos que les protegerían de los fuertes rayos solares. Su piel se oscureció, ¡estaban radiantes! Y la aldea volvió a la normalidad.

- Mami, entonces, ¿mi amiguita viene de un país lejano?

- Seguramente cariño, sus abuelitos o sus antepasados vinieron de lugares donde el Señor Sol quema mucho y una fina capa de su piel se oscurece para protegerles. Por eso tú pensaste que tu amiguita era de chocolate.

- Gracias mami, mañana le daré muchos besitos a mi nueva amiga, le pediré perdón y jugaremos juntas. Sabes mami, su cara estaba radiante.

FIN

Explicación:

:)

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