AYUDAAAAA plisssdssd
Respuestas a la pregunta
Análisis del poema
"Los heraldos negros" es un poema lírico en el que predominan las formas clásicas del romanticismo y modernismo, pero que introduce también elementos de las vanguardias poéticas.
Encontramos el verso alejandrino (14 sílabas) —predilecto entre los modernistas— y la rima, pero también irrupciones en el ritmo que rompen la forma clásica, la introducción de palabras sin prestigio poético ("charcos", "empozar"), o mayúsculas en medio de los versos ("Muerte", "Destino").
También están algunos elementos de la prosa, como el uso del lenguaje y de imágenes cotidianas: "el pan en la puerta del horno"; "la palmada que llama sobre el hombro".
Se ven las posibilidades expresivas del lenguaje hablado que no se limita a gramáticas ni ortografías. Gracias a esto tenemos a los "Cristos", los "Atilas", y nos topamos con la fuerza semántica que tiene "son pocos, pero son", que deja la sensación de que, efectivamente, habla de una forma de "ser" más sólida, que pesa más, y es, de alguna manera, definitiva.
La música intrínseca del lenguaje, que es la base musical de la prosa y el verso libre, está presente en el poema con la riqueza sonora que crean fragmentos como "del odio de Dios", "vuelve los ojos locos, y todo lo vivido", "Esos golpes sangrientos son las crepitaciones". Y también en el golpe de acento de ciertas palabras, como "bárbaros" que resalta en "Serán tal vez los potros de bárbaros Atilas".
Una vez se trata de nombrar "esos golpes" tenemos las imágenes de los "potros de bárbaros Atilas", "los heraldos negros" de la "Muerte" y "las crepitaciones de algún pan que en la puerta del horno se nos quema".
La otra imagen que se usa para hablar de "esos golpes" son "las caídas hondas de los Cristos del alma/ de alguna fe adorable que el Destino blasfema". Los "Cristos del alma" nos remiten, de nuevo, al ser humano torturado y que en algún momento, de diferentes maneras, todos sufrimos y llevamos.
Respuesta:
En que te ayudo no as dicho nada
Esta voz poética que solo conoce su propia incertidumbre, requiere un lenguaje de búsqueda. Aquello que se quiere nombrar, apenas se logra tratar de decir: "Golpes como (...) como del (...) serán tal vez (...) o (...)".
La repetición del "¡Yo no sé!", y "Pobre… ¡pobre!" da cuenta de una exasperación, una angustia que hace evidente la necesidad de expresión.
Esta insuficiencia del lenguaje para designar, la gran inquietud de las vanguardias poéticas, funciona como motor del poema.