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BUSCA EN EL TEXTO 7 EJEMPLOS DE ACTITUDES ETNOCENTRISTAS
Los yámanas y la cultura occidental
Fitz Roy y Fuegia
“De todas las historias de amor argentinas me quedo con el romance del vicealmirante Fitz Roy con una indígena fueguina. Ella se llamaba Fuegia Basket. Tenía apenas 8 años cuando la capturó la gente del Beagle, en represalia porque los indígenas les habían robado un bote. Con Fuegia cayeron otros tres: York Minster, Boat Memory y Jemmy Button. A Jemmy sus familiares lo habían cambiado por un botón.
A diferencia de los ingleses de entonces, Roberto Fitz Roy era un caballero. En su barco, por ejemplo, no azotaba a la gente. El inglés les fue tomando un sincero afecto a los fueguinos y se pasaba las horas escuchando sus historias. Estos chicos eran despiertos y aprendieron inglés rápidamente. Pronto empezaron a tomarle el pelo y competían entre ellos para escandalizar a Fitz Roy. Despatarrados en la confortable cámara del Beagle, inventaban macabras historias de canibalismo, que el capitán escuchaba estremecido de horror. (...)
Un día, Fitz Roy decidió que había llegado la hora de llevarse a sus indios a Gran Bretaña, para que recibieran una buena educación inglesa. Desembarcaron en Plymouth elegantemente vestidos, porque Fitz Roy les había enseñado que andar desnudos era pecado. Fueron vacunados contra la viruela y esto desató una tragedia, pues Boat Memory murió a los pocos días. Fitz Roy pasó varias semanas asustado, temiendo que Fuegia también se enfermara. El caso es que un año más tarde los desarrapados del canal de Beagle hablaban como un estudiante de Oxford, y Fuegia había aprendido a servir el té como una dama. Y eran famosos en toda Inglaterra, hasta el punto de que el rey Guillermo y la reina Adelaida los recibieron en audiencia privada.
Fitz Roy consideraba a Fuegia como una hija y probablemente tenía grandes proyectos para ella. Pero sus ilusiones sufrieron un duro revés cuando la canoera fue descubierta en una situación amorosa con York Minster. La niña de sus ojos había madurado de golpe. Entonces Fitz Roy, resolvió que había llegado la hora de retornar a Tierra del Fuego.
El viaje de vuelta duró todo un año. Los fueguinos iban cargados de regalos que les habían dado los ingleses de buen corazón: desde montañas de vajillas de loza hasta cajas repletas de mitones y bufandas. El encuentro entre esos fueguinos y sus compatriotas fue desolador. Cuando vieron a sus parientes, los canoeros de Gran Bretaña sintieron la más terrible de las vergüenzas. Jemmy Button ni siquiera quiso hablar con su familia.
Para Roberto Fitz Roy, en sus viajes posteriores a la costa fueguina, sería muy trágico descubrir que sus protegidos, semidesnudos y pintarrajeados vagaban de nuevo por los canales, embadurnados de grasa para protegerse del frío. Su proyecto de llevar la cultura inglesa a Tierra del Fuego se había desplomado. Pero su mayor desencanto fue saber que Fuegia, la pequeña beldad yámana, se vendía a las tripulaciones de los barcos foqueros que navegaban por aquellas costas. Dicen que Fitz Roy no pudo librarse del fantasma de Fuegia hasta los 65 años, edad en que decidió que había vivido suficiente y se mató de un tiro.
Esta historia ha sido contada de diferentes maneras. Digamos que la presente versión es la más azucarada. Mejor no hablemos de lo que opinaba Carlos Darwin sobre Fuegia y sus amigotes, a los cuales consideraba poco menos que animales. Opinión coincidente con la del capitán Cook, para quien el idioma de las yámanas sonaba como el ruido que uno hace al desatorar la garganta.”
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Los yámanas y la cultura occidental
Fitz Roy y Fuegia “De todas las historias de amor argentinas me quedo con el romance del vicealmirante Fitz Roy con una indígena fueguina. Ella se llamaba Fuegia Basket
- Tenía apenas 8 años cuando la capturó la gente del Beagle, en represalia porque los indígenas les habían robado un bote. Con Fuegia cayeron otros tres: York Minster, Boat Memory y Jemmy Button.
- A Jemmy sus familiares lo habían cambiado por un botón.
A diferencia de los ingleses de entonces, Roberto Fitz Roy era un caballero. En su barco, por ejemplo, no azotaba a la gente. El inglés les fue tomando un sincero afecto a los fueguinos y se pasaba las horas escuchando sus historias. Estos chicos eran despiertos y aprendieron inglés rápidamente. Pronto empezaron a tomarle el pelo y competían entre ellos para escandalizar a Fitz Roy. Despatarrados en la confortable cámara del Beagle, inventaban macabras historias de canibalismo, que el capitán escuchaba estremecido de horror. (...)
- Un día, Fitz Roy decidió que había llegado la hora de llevarse a sus indios a Gran Bretaña, para que recibieran una buena educación inglesa.
Desembarcaron en Plymouth elegantemente vestidos, porque
- Fitz Roy les había enseñado que andar desnudos era pecado.
Fueron vacunados contra la viruela y esto desató una tragedia, pues Boat Memory murió a los pocos días. Fitz Roy pasó varias semanas asustado, temiendo que Fuegia también se enfermara. El caso es que un año más tarde los desarrapados del canal de Beagle hablaban como un estudiante de Oxford, y Fuegia había aprendido a servir el té como una dama. Y eran famosos en toda Inglaterra, hasta el punto de que el rey Guillermo y la reina Adelaida los recibieron en audiencia privada.
Fitz Roy consideraba a Fuegia como una hija y probablemente tenía grandes proyectos para ella. Pero sus ilusiones sufrieron un duro revés cuando la canoera fue descubierta en una situación amorosa con York Minster. La niña de sus ojos había madurado de golpe. Entonces Fitz Roy, resolvió que había llegado la hora de retornar a Tierra del Fuego.
El viaje de vuelta duró todo un año. Los fueguinos iban cargados de regalos que les habían dado los ingleses de buen corazón: desde montañas de vajillas de loza hasta cajas repletas de mitones y bufandas. El encuentro entre esos fueguinos y sus compatriotas fue desolador. Cuando vieron a sus parientes, los canoeros de Gran Bretaña sintieron la más terrible de las vergüenzas. Jemmy Button ni siquiera quiso hablar con su familia.
- Para Roberto Fitz Roy, en sus viajes posteriores a la costa fueguina, sería muy trágico descubrir que sus protegidos, semidesnudos y pintarrajeados vagaban de nuevo por los canales, embadurnados de grasa para protegerse del frío.
- Su proyecto de llevar la cultura inglesa a Tierra del Fuego se había desplomado. Pero su mayor desencanto fue saber que Fuegia, la pequeña beldad yámana, se vendía a las tripulaciones de los barcos foqueros que navegaban por aquellas costas.
Dicen que Fitz Roy no pudo librarse del fantasma de Fuegia hasta los 65 años, edad en que decidió que había vivido suficiente y se mató de un tiro.
Esta historia ha sido contada de diferentes maneras. Digamos que la presente versión es la más azucarada.
- Mejor no hablemos de lo que opinaba Charles Darwin sobre Fuegia y sus amigotes, a los cuales consideraba poco menos que animales.
Opinión coincidente con la del capitán Cook, para quien el idioma de las yámanas sonaba como el ruido que uno hace al desatorar la garganta.”
Etnocentrista:
Actitud del grupo, raza o sociedad que presupone su superioridad sobre los demás y hace de la cultura propia el criterio exclusivo para interpretar y valorar la cultura y los comportamientos de esos otros grupos, razas o sociedades.
Espero haberte ayudado:)
Respuesta:
hoal
Explicación: