AYUDAAA ES URGENTE
fábulas cortas de la tolerancia con moraleja
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El árbol y el hacha
Unos trabajadores decidieron construir unas hachas de talar con la propia madera de uno de los árboles. Con esa nueva herramienta, se dedicaron a talar no solo a sus amigos, sino a él mismo. El árbol, mientras era talado, les decía: “Prefiero incluso el hacha a que me taléis con mi propia carne”.
Esta fábula corta nos enseña a no utilizar a los demás contra ellos mismos, es decir, a respetar lo que se nos dice o lo que se nos da y no utilizarlo para mal.
Los gallos y la perdiz
Un campesino que tenía un corral lleno de gallos compró también una perdiz y los puso a vivir juntos. Los gallos no tardaron en empezar a hacerle la vida imposible, y la perdiz creía que era por ser de diferente especie. Sin embargo, un día vio como los gallos se peleaban entre sí y entendió que era su naturaleza.
Esta fábula nos enseña a analizar el ambiente donde nos metemos y a entender que en ocasiones tenemos que ir con cuidado.
La mula
Érase una vez una mula que siempre presumía de que su padre era un caballo muy veloz y que había heredado sus dotes. Pero en cuanto se presentó la ocasión en la que tuvo que correr, se acordó entonces de que su padre en realidad era un asno, y que no era tan rápido como creía.
Esta fábula nos enseña a estar orgullosos de nuestras raíces y a entender cuáles son nuestras limitaciones.
Explicación:
espero te sirva si me puedes seguir y dar coronita gracias
Respuesta:
La liebre y la tortuga
Érase una vez una liebre que se reía de la lentitud de su amiga la tortuga. Ésta, un día, la retó a una carrera diciéndole que podría ganarla. La liebre aceptó sin pensarlo y se colocaron en la meta. Con el pistoletazo de salida, la liebre corrió rápido, pero hizo su primera parada en el camino, mientras la tortuga avanzaba lenta, pero sin pausa.
Así hizo decenas de paradas más, confiada de que aun así llegaría antes que la tortuga. En su último descanso, después de dormir una siesta, abrió los ojos y vio cómo la tortuga estaba cruzando la meta. La liebre había perdido.
Esta fábula nos enseña a no subestimar a los demás y a entender que todos somos capaces de lograr las mismas cosas.
Explicación: