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de que trata los cuentos
1.-el amor de tumun y yunimba
2.-el árbol palacio
autor: roger rumrrill
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
1. El amor de tumun y Tunumba
Inicio
Muchas lunas antes de que los barbudos soldados europeos se atrevieran internarse en la Amazonía, casi siempre en viajes y travesías sin retorno, muchísimo antes que el capitán Pedro de Ursúa y Lope de Aguirre se hundieran en los bosques amazónico en pos de la quimera de “El Dorado”, muchos imperios, desaparecieron tragados por el bosque y el tiempo en la inmensa Amazonía.
Nudo
Allí, para curar su tristeza y decepción, para apaciguar su energía y habilidad de predador de la naturaleza e, incluso, con la explicita voluntad de encontrar la muerte en una de las innúmeras batallas, no solo encabezaba a pecho descubierto
los choques con las fuerzas adversarias, las lanzas embadurnadas con curare, las trampas y todos los peligros, acechanzas y armas que los enemigos empleaban para matarlo.
Desenlace
Para siempre, salvo que el espíritu malvado del señor de Chazuta se encarnada en uno o mas hombres y estos empezaran a talar los bosques que dan vida a los dos arroyos que forman la catarata. Sin bosques y sin agua, los dos arroyos y la catarata podrían secarse y morir.
--Espero que no ocurra nunca—pensó la madre de la naturaleza.
Es asi como nació la catarata de Tunum y Tunumba en las proximidades del pueblo de Chazuta, en las orillas del bajo Huallaga.
2. El árbol palacio
Inicio
El árbol palacio está poblado de muchas especies vegetales. Sobre su voluminoso tronco y sus ramas se hospedan bellas orquídeas que se alimentan de la intensa humedad y de la luz solar que brilla en el trópico desde el amanecer hasta el crepúsculo. Sobre el tronco de la lupuna también vive, adherida fuertemente, una planta conocida como llamaplata.
Nudo
Después de una exhibición acrobática de sus habilidades de señores del palacio, se descuelgan de los cielos azules y descienden en la lupuna a las cuatro de la tarde. Allí, en una de sus ramas preferidas, permanecen observando la vida de los
otros habitantes del bosque, desde su atalaya que es la lupuna, y, cuando son las seis de la tarde en el reloj de la señora perdiz, levantan vuelo en dirección de su casa.
Desenlace
Estas oropéndolas que habitan en la lupuna y aquellas que solo llegan de paseo y para descansar inundan de múltiples y maravillosas voces el árbol palacio; puesto que las oropéndolas poseen el don natural de la imitación. Sus finísimos oídos graban toda esta sinfonía, esta orquestación de sonidos y, ellas son capaces de repetirla en sus complejas melodías y matices.
Es por eso que hay días, puede ser en las mañanas o en las tardes, en que el árbol palacio se llena de todas las voces de la Tierra y la gran Lupuna de Andoas es como un mundo melodioso entre el rio, el bosque y los cielos.