AYUDAA, una breve reseña sobre la importancia del santo para la filosofía occidental
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Respuesta:
Historia de la filosofía occidental fue acogida con poco entusiasmo en el ámbito académico, para decepción de Russell, quien se justificó argumentando que la obra debía de ser tomada como «obra de historia social».
George Boas, en la revista Journal of the History of Ideas, escribió que el autor de la Historia de la filosofía occidental «no acaba de decidirse entre la veracidad histórica y la polémica» y añadió: «Su empeño en conferir un aura de falsa contemporaneidad a filósofos del pasado puede llevar al lector no iniciado a atribuirles una excesiva relevancia. En todo caso, se trata de una tergiversación de la historia». En la revista Isis, Leo Roberts juzgó la obra como la «peor de Russell» y escribió: «el mejor Russell se disfruta cuando el autor se ocupa de filosofía contemporánea. En cambio, su tratamiento en este libro de las doctrinas antiguas y medievales carece de valor alguno».
El libro, por el contrario, agradó a Albert Einstein, quien alabó la «frescura, originalidad y sensibilidad» con que la Historia introduce al lector en tiempos y formas de pensar lejanas. En el discurso de concesión del premio Nobel de literatura a Russell en 1950, el comité organizador citó especialmente la Historia como uno de los títulos que le valieron el galardón.
En tiempos más recientes, el crítico literario George Steiner advierte que Historia de la filosofía occidental hace completa omisión de Martin Heidegger y califica la obra de «mediocre». En la antología The Hegel Myths and Legends (1996), Jon Stewart acusa al libro de propagar «mitos» acerca de Hegel. Stephen Houlgate considera ignorante la afirmación de Russell de que la doctrina del estado de Hegel justifique toda forma de tiranía. Roger Scruton admite que el libro esta escrito con elegancia e ingenio, pero le recrimina el excesivo tratamiento de la filosofía precartesiana, la incomprensión de Immanuel Kant, así como la sobregeneralización y las abundantes omisiones.
Jesús Mosterín, en el prólogo a la 5ª edición en castellano, atribuye al «estilo claro, gracioso, irreverente e incisivo de Russell (...) el inmenso éxito de esta obra» e identifica su mayor defecto en que «dedica mucho espacio a la filosofía antigua y medieval, poco a la moderna y casi nada a la contemporánea, es decir, a la del siglo XX, que es la que Russell mejor conocía.»
Explicación:
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