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¿Qué proyectos realiza un colportor en su servicio misionero?
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El proselitismo es una de las prioridades institucionales de la Iglesia para garantizar el crecimiento y el futuro de la misma, a la vez que influye en sus creyentes porque al involucrarlos los enviste de autoridad, poder y conocimiento ante los otros que deben ir “a conquistar”. Así esta responsabilidad moral permite intensificar los lazos de unión que se tienen en el grupo religioso, favoreciendo su compromiso religioso tanto individual como institucional.
Este proyecto está normado por la institución pero, a la vez, son prácticas donde hay un despliegue de las capacidades individuales de sus líderes y de sus expectativas del futuro del adventismo. El proselitismo es la realización de planes y metas que la Iglesia construye en lo local, en lo regional y a nivel nacional en vinculación con los programas establecidos a nivel global. Por ejemplo, el programa Pentecostés y Más que concluyó el 15 de marzo del año 2008 en Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, es parte de la iniciativa proselitista desplagada por la División Interamericana, que desde el 2007 viene desarrollando en los diferentes países que conforman la división. Este programa fue transmitido vía satélite a todos los países desde Kingston, Jamaica. En esa ocasión el director del ministerio de publicaciones de la iglesia en la División expresaba “hoy toda la División Interamericana está coordinada, sin importar las circunstancias de las programaciones individuales. Estamos unidos celebrando este evento” y, por su parte, el pastor David Celis, presidente de la región Soconusco en Chiapas decía: “esto generará un despertar evangelizador en la región” según la Red de Noticias de la División Interamericana. La iniciativa Pentecostés y Más para el año 2009 se enfocará en animar a cada miembro de la iglesia sin importar la edad, para que se involucre y comparta el evangelio por lo menos con una persona. El lema que guía estas actividades, “Es mi hora”. Como se puede apreciar estos proyectos son desterritorializados y translocalizados y generan de cierta manera la participación en la gran comunidad imaginada que representan los adventistas.