AYUDA POR FAVOR SOLO GENTE SERIA :( !!!!
La joven Ana Elsa Benavides se preparó para competir en la prueba de los 100 metros planos. Lo hizo con la esperanza de obtener un cupo para asistir a los juegos olímpicos. La competencia fue en las horas de la tarde, más exactamente a las 12:30 p.m. El día de la competencia se levantó muy temprano, consumió los alimentos necesarios, entrenó, descansó, corrió y triunfó.
a. ¿Qué órganos permitieron que ella pudiera participar en esta competencia?
b. ¿Qué procesos se llevaron a cabo en su cuerpo desde el momento en que se levantó hasta los instantes posteriores de la competencia, cuando ya se fue a descansar?
Respuestas a la pregunta
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Al momento de levantarse (7:30 de la mañana), lo primero que hizo Ana Elsa fue ir al baño, pues sus
riñones estuvieron trabajando
durante la noche para limpiar la sangre de todo tipo de residuos, lo que hace que la orina sea turbia. Luego, desayunó huevos fritos, jugo de naranja, pan y leche; tan pronto como llevó a la boca el primer bocado de alimento, su sistema nervioso, más exactamente en el bulbo raquídeo, evaluó la información de lo que había en la boca y envió un mensaje a las glándulas salivares para que segregaran saliva; a su vez, la corteza cerebral envió un mensaje a la lengua para que registrara las sensaciones de sabor que fueron evaluadas en la parte temporal del cerebro y a los músculos de la boca que tienen que ver con la masticación.
Los órganos de la boca iniciaron la masticación y junto con la saliva se empezó a formar el bolo alimenticio; la ptialina presente en la saliva rompió las moléculas de carbohidratos convirtiéndola en moléculas más pequeñas y formó unidades de maltosa; una vez que el alimento estuvo ya en forma de bolo la lengua se encargó de llevarlo a la parte posterior de la boca y se realizó la deglución. El alimento bajó por el esófago y pasó al estómago; allí sucedió un proceso mecánico cuando se realizaron los movimientos de mezcla utilizando los músculos longitudinales, transversales y oblicuos, y un trabajo químico cuando los alimentos se mezclaron con la pepsina, que junto con el ácido clorhídrico y la renina constituyen los jugos gástricos y dando origen al quimo.
Una vez llevado a cabo el trabajo en el estómago, el quimo pasó al intestino delgado para mezclarse allí con los jugos intestinales, el jugo pancreático proveniente del páncreas y la bilis proveniente del hígado; el jugo pancreático actúa sobre las moléculas de maltosa que venían así desde que se realizó la digestión bucal y las convierte en glucosas; la bilis sirve para emulsificar las grasas convirtiendo las gotas grandes en gotas pequeñas; el jugo pancreático contiene la tripsina, enzima que trabaja sobre las proteínas, en este caso sobre las peptonas para convertirlas en aminoácidos. Acá se forma el quilo y se inicia el proceso de absorción a través de las paredes del intestino para pasar a la sangre.
Los elementos que provienen del intestino delgado y que están en el torrente sanguíneo se desplazan hacia el hígado. Allí parte de las moléculas de glucosa se unieron para formar el glucógeno, mientras que los aminoácidos en la sangre originaron las llamadas proteínas del plasma.
Esta sangre, después de pasar por el hígado se dirigió al corazón y de allí se bombea a los pulmones para oxigenar la sangre y al mismo tiempo a todas las partes del cuerpo para llevar el oxígeno y los nutrientes. La sangre salió del corazón por la arteria aorta, la cual se fue ramificando cada vez más hasta formar los capilares arteriales y fue repartiendo la sangre a todas las partes del cuerpo, a las células del cerebro y a las células musculares; hasta ese
momento habían pasado 3 horas y media y Ana Elsa estaba próxima a iniciar su periodo de calentamiento.
La sangre llegó a los capilares, donde se puso en contacto con los espacios intercelulares y allí dejó una gran cantidad de moléculas de glucosa, de iones, de aminoácidos, de ácidos grasos y de gliceroles, los cuales entraron a las células para cumplir allí funciones vitales.
Ana Elsa inició su periodo de calentamiento; para ello, su corteza cerebral, específicamente desde el sitio donde se controla el movimiento de los miembros inferiores y superiores, envió una orden a los músculos de las piernas para que iniciaran el proceso de contracción y relajación y moviera ese órgano. La ansiedad la estaba invadiendo, sus glándulas suprarrenales empezaron a producir grandes cantidades de adrenalina, que en ella actuaba como un estimulante; en otras personas la misma hormona puede causar parálisis.
Cuando llegó la hora de la competencia se acomodó en el lugar que le habían asignado y estuvo bastante atenta al ruido producido por la pistola, que es usual utilizar en este tipo de competencias.
Cuando lo escuchó, la sensación pasó al centro de la audición, allí se evaluó la información y se elaboró una respuesta, consistente en mover todo el cuerpo a su máximo rendimiento. Los músculos unidos
a los huesos fueron los que movieron el cuerpo e hicieron que Ana Elsa ganara la competencia de los 100 metros planos y se llevara la presea de oro.
Cuando llegó a la meta estaba muy contenta; su corazón bombeaba a toda velocidad, el nivel de calor había aumentado tanto que fue necesario eliminar su exceso a través de la piel, junto con la respectiva pérdida de agua en forma de sudor.
Después de un rato su corazón se estabilizó, su frecuencia respiratoria volvió a los valores normales, la alegría le produjo una sensación de bienestar que jamás había sentido.
riñones estuvieron trabajando
durante la noche para limpiar la sangre de todo tipo de residuos, lo que hace que la orina sea turbia. Luego, desayunó huevos fritos, jugo de naranja, pan y leche; tan pronto como llevó a la boca el primer bocado de alimento, su sistema nervioso, más exactamente en el bulbo raquídeo, evaluó la información de lo que había en la boca y envió un mensaje a las glándulas salivares para que segregaran saliva; a su vez, la corteza cerebral envió un mensaje a la lengua para que registrara las sensaciones de sabor que fueron evaluadas en la parte temporal del cerebro y a los músculos de la boca que tienen que ver con la masticación.
Los órganos de la boca iniciaron la masticación y junto con la saliva se empezó a formar el bolo alimenticio; la ptialina presente en la saliva rompió las moléculas de carbohidratos convirtiéndola en moléculas más pequeñas y formó unidades de maltosa; una vez que el alimento estuvo ya en forma de bolo la lengua se encargó de llevarlo a la parte posterior de la boca y se realizó la deglución. El alimento bajó por el esófago y pasó al estómago; allí sucedió un proceso mecánico cuando se realizaron los movimientos de mezcla utilizando los músculos longitudinales, transversales y oblicuos, y un trabajo químico cuando los alimentos se mezclaron con la pepsina, que junto con el ácido clorhídrico y la renina constituyen los jugos gástricos y dando origen al quimo.
Una vez llevado a cabo el trabajo en el estómago, el quimo pasó al intestino delgado para mezclarse allí con los jugos intestinales, el jugo pancreático proveniente del páncreas y la bilis proveniente del hígado; el jugo pancreático actúa sobre las moléculas de maltosa que venían así desde que se realizó la digestión bucal y las convierte en glucosas; la bilis sirve para emulsificar las grasas convirtiendo las gotas grandes en gotas pequeñas; el jugo pancreático contiene la tripsina, enzima que trabaja sobre las proteínas, en este caso sobre las peptonas para convertirlas en aminoácidos. Acá se forma el quilo y se inicia el proceso de absorción a través de las paredes del intestino para pasar a la sangre.
Los elementos que provienen del intestino delgado y que están en el torrente sanguíneo se desplazan hacia el hígado. Allí parte de las moléculas de glucosa se unieron para formar el glucógeno, mientras que los aminoácidos en la sangre originaron las llamadas proteínas del plasma.
Esta sangre, después de pasar por el hígado se dirigió al corazón y de allí se bombea a los pulmones para oxigenar la sangre y al mismo tiempo a todas las partes del cuerpo para llevar el oxígeno y los nutrientes. La sangre salió del corazón por la arteria aorta, la cual se fue ramificando cada vez más hasta formar los capilares arteriales y fue repartiendo la sangre a todas las partes del cuerpo, a las células del cerebro y a las células musculares; hasta ese
momento habían pasado 3 horas y media y Ana Elsa estaba próxima a iniciar su periodo de calentamiento.
La sangre llegó a los capilares, donde se puso en contacto con los espacios intercelulares y allí dejó una gran cantidad de moléculas de glucosa, de iones, de aminoácidos, de ácidos grasos y de gliceroles, los cuales entraron a las células para cumplir allí funciones vitales.
Ana Elsa inició su periodo de calentamiento; para ello, su corteza cerebral, específicamente desde el sitio donde se controla el movimiento de los miembros inferiores y superiores, envió una orden a los músculos de las piernas para que iniciaran el proceso de contracción y relajación y moviera ese órgano. La ansiedad la estaba invadiendo, sus glándulas suprarrenales empezaron a producir grandes cantidades de adrenalina, que en ella actuaba como un estimulante; en otras personas la misma hormona puede causar parálisis.
Cuando llegó la hora de la competencia se acomodó en el lugar que le habían asignado y estuvo bastante atenta al ruido producido por la pistola, que es usual utilizar en este tipo de competencias.
Cuando lo escuchó, la sensación pasó al centro de la audición, allí se evaluó la información y se elaboró una respuesta, consistente en mover todo el cuerpo a su máximo rendimiento. Los músculos unidos
a los huesos fueron los que movieron el cuerpo e hicieron que Ana Elsa ganara la competencia de los 100 metros planos y se llevara la presea de oro.
Cuando llegó a la meta estaba muy contenta; su corazón bombeaba a toda velocidad, el nivel de calor había aumentado tanto que fue necesario eliminar su exceso a través de la piel, junto con la respectiva pérdida de agua en forma de sudor.
Después de un rato su corazón se estabilizó, su frecuencia respiratoria volvió a los valores normales, la alegría le produjo una sensación de bienestar que jamás había sentido.
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me toco los mismo
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