AYUDA
Investiga sobre la población y la cultura de cada uno de los grupos indígenasde la Amazonia ecuatoriana(costumbres, vestimenta, idioma y practicas medicinales.)
Respuestas a la pregunta
En las últimas décadas América Latina ha experimentado, a diferentes velocidades y con rasgos variados según los
países, significativos progresos en su desarrollo económico y social, como se observa en el sostenido crecimiento
económico, en la reducción de la pobreza y en logros importantes en diversos indicadores sociales. Sin embargo, la
Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) ha enfatizado que estos avances están encontrando
límites, ya sea para sostenerse o expandirse, y que la región debe enfrentar los desafíos que representan el cierre de
las brechas originadas por la heterogeneidad estructural, la vulnerabilidad externa y la persistencia de altos niveles de
desigualdad. Los pueblos indígenas forman parte precisamente de los colectivos más desfavorecidos, como resultado
de complejos procesos sociales e históricos que se iniciaron hace más de 500 años, y que fueron estableciendo
prácticas discriminatorias persistentes hasta el presente e implicaron un despojo sistemático de sus territorios, con
graves consecuencias para su bienestar.
No obstante, después del fin de la guerra fría, en un mundo globalizado y pluricultural, la irrupción de los
pueblos indígenas y su agenda de derechos, en un fenómeno que no es exclusivo de la región sino un proceso
global, se enmarca en una diversidad de luchas por el reconocimiento y la dignidad humana. La tenaz resistencia
de los pueblos indígenas se expresa en la actualidad en la instauración de nuevos statu quo políticos y territoriales
así como de nuevos modos de relación institucional de los Estados y los pueblos indígenas. La Declaración de las
Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas ha sido el corolario de las prolongadas luchas indígenas
y sintetiza el estándar internacional, obligatorio para los Estados, ofreciendo un marco normativo explícito como
enfoque para las políticas públicas. Si bien en este documento se registran progresos indudables en materia de la
aplicación de estos derechos, por otro lado también se constata que las brechas persisten y que las desigualdades
continúan siendo profundas.
Uno de los mayores desafíos que enfrenta la región en su búsqueda de la igualdad es la inclusión de los derechos
de los pueblos indígenas entre las prioridades de las políticas. Los retos son enormes, si se considera que en América
Latina, como se examina en este estudio, existen más de 800 pueblos indígenas, con una población cercana a los
45 millones de personas, que se caracterizan por su amplia diversidad demográfica, social, territorial y política, e
incluyen desde pueblos en aislamiento voluntario hasta su presencia en grandes asentamientos urbanos. A esto se
agrega que el crecimiento económico registrado en la región es altamente dependiente de los recursos naturales
y de sus precios internacionales, al mismo tiempo que se observa una débil gobernanza de estos recursos. La
reprimarización de la economía ha ocasionado fuertes presiones sobre los territorios de los pueblos indígenas y ha
desencadenado numerosos conflictos socioambientales todavía no resueltos.
La propuesta actual de la CEPAL, plasmada en sus últimos tres períodos de sesiones, es la de un desarrollo centrado
en el valor de la igualdad con un enfoque de derechos. Asimismo, hemos señalado que es necesario rediseñar los
equilibrios entre el Estado, el mercado y la sociedad para construir pactos en que concurran aquellos actores que
garanticen acuerdos políticos de largo alcance. Con estas premisas es indudable que los pueblos indígenas deben
ser incluidos en tales pactos, y que estos requieren abrir espacios para avanzar más rápidamente en la aplicación
de los estándares. Uno de los principales desafíos en esta materia es la integración de los derechos de los pueblos
indígenas en un nuevo modelo de gobernanza de los recursos naturales. Se trata de transitar desde los “nuevos tratos”
hacia los “nuevos pactos”.