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Haga un resumen sobre la vida y el mensaje de Jesús.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Nació hacia el año 5 a.C. en Belén, siendo sus padres fueron José y María. Su infancia y juventud trascurrieron en Nazaret, ayudando a su padre en la carpintería y estudiando las tradiciones judías.
A los 30 años fue bautizado por Juan "El Bautista" en el río Jordán y empezó a "predicar la llegada del Reino de Dios". Recorrió muchos pueblos y enseñando normas morales y temas religiosos. Tuvo muchos seguidores, entre ello los "Doce Apóstoles".
Hacia el año 28 d.C., en Jerusalén, Jesús fue capturado por orden del Sumo Sacerdote Caifás, quien lo acusaba de blasfemar contra la religión judía. Fue entregado al gobernador romano Poncio Pilato, quien ordenó su crucificción.
El mensaje que él nos deja es: “Yo soy el pan vivo que he descendido del cielo, cualquiera que de mi comiere, no tendrá hambre jamás, y yo le resucitare en el día postrero”. “Yo soy el camino, la verdad y la vida, el que cree en mi, aunque este muerto vivirá”. En resumen, a través de su historia y sus mandamientos, nos demuestra que es misericordioso, que nos ama y nunca nos dejará solos.
Explicación:
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Explicación:
Jesús de Nazaret nació alrededor del año 1, en el pueblo de Belén (Imperio Romano). Sus padres eran dos carpinteros, María y José de Nazaret. Ambos aseguraron haber visto ángeles que les prometieron que su hijo sería el Mesías: el salvador y liberador del oprimido pueblo israelita y del mundo entero. Nació en un establo mientras sus padres se inscribían en un censo ordenado por los romanos. Cuando nació, fue visitado por pastores, sacerdotes zoroastrianos y ángeles que lo reconocieron como Mesías por una serie de signos vistos en la zona. Uno de estos últimos avisó a su padre que huyera a Egipto, informándole que el prefecto romano había descifrado los signos y lo buscaría para matarle.
Tras un tiempo en Egipto, Jesús regresó junto a sus padres a Nazaret, donde vivió como un carpintero hasta los 30 años. No realizó grandes señales durante este período, a excepción de un debate que mantuvo con los sacerdotes del Templo donde impresionó a todo el pueblo siendo aún un niño.
A los 30 años, Jesús fue bautizado por el profeta Juan el Bautista. Tras este rito, se escuchó una voz desde el Cielo que lo proclamó como Mesías. Tras ayunar 40 días en el desierto, salió a predicar por todo el Levante Mediterráneo (actual Israel, Palestina, Jordania, Siria y Líbano). Realizó muchas señales milagrosas que hicieron al común del pueblo aceptarlo como el Mesías prometido. Sin embargo, las clases dominantes lo veían como una amenaza por su mensaje crítico hacia los poderosos, por lo que complotaron asesinarlo. El mensaje de Jesús se basaba en valorar a todas las personas como hijas de Dios, lo cual no permitía ningún tipo de discriminación ni excusa a la hora de ayudar al otro. Para Jesús, el judaísmo se había convertido en una mera reproducción de rituales que las personas no sentían en el corazón, sino que lo hacían para quedar bien. Su mensaje se basa en lograr la renovación definitiva del mundo entero mediante lo espiritual, que pueda dar la verdadera libertad a las personas: la libertad del pecado y de los malos impulsos que nos hacen obrar mal. El reino de Jesús no era, como muchos esperaban, un país político, sino algo que existía en las almas y corazones de todos quienes deseaban seguirlo.
Tras entrar a Jerusalén, la capital de la zona, y predicar allí, los sacerdotes del templo lo atraparon y lo llevaron a los romanos para que lo crucificaran. Mintiéndole al pueblo, hicieron que Jesús fuera condenado a muerte por el prefecto Poncio Pilato, que lo clavó a una cruz y lo dejó en un monte para que muriera de hambre, sed, ahogo y frío adelante de todo el pueblo. Cabe destacar que muchos de sus seguidores lo abandonaron decepcionados en ese momento, manteniéndose junto a él solo uno de sus apóstoles (Juan), un soldado romano (Longinos), su madre, y otras mujeres que había ayudado.
Tras morir, Jesús fue encerrado en una cueva y puesto bajo custodia. Sin embargo, al tercer día de su entierro, Jesús resucitó por obra de Dios. Cuando los soldados le informaron a los prefectos, este último les pagó para que inventaran que se habían robado el cuerpo.
Tras su regreso, Jesús ordenó a sus apóstoles el ir por todo el mundo a establecer su reino sobre la Tierra entera. Casi todos ellos a excepción de Juan morirían al ser vistos como revoltosos, pero nunca negarían haber visto a Jesús resucitar.
Con su resurrección, Dios demuestra que el reino de Jesús puede más que todo lo que este mundo tenga para ofrecernos, al punto que una vez hayamos muerto, seguiremos viviendo en él por la eternidad. Tras despedirse de sus seguidores y bendecir sus trabajos y esfuerzos, Jesús subió a los Cielos y se sentó a la derecha de Dios, desde donde espera venir en el fin del mundo para instaurar su reinado definitivo para siempre sobre el mundo entero.