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características al Cid teniendo en cuenta los siguientes aspectos.
1. los epítetos épicos que se refieran a él.
2. las acciones que realizan.
3. lo que dicen de él otros personajes.
Respuestas a la pregunta
El poema se encuentra en un solo manuscrito del siglo XIV, que es una copia de otro manuscrito que Per Abbat realizó en 1207, por ello celebramos este año el octavo centenario.
Según Menéndez Pidal el poema puede dividirse en tres partes que él ha denominado Cantar: Cantar del destierro, Cantar de las bodas y Cantar de la afrenta de Corpes.
El tema consiste en el engrandecimiento progresivo del héroe, injustamente desterrado, que tiene que recuperar su honra. Alrededor de este hecho se desarrolla la acción guerrera y política de la obra.
Merecen especial mención los valores humanos y el realismo del Poema. El Cid obtiene sus éxitos por sus cualidades morales; tiene sentido de la justicia, la caridad, la lealtad y el amor –como esposo y como padre–, que va más lejos de los modelos de su época.
Después de esta breve introducción pasamos a detallar las formas apelativas y de juramento existentes en el poema.
El vocativo es el nombre de la persona o cosa personificada a quien dirigimos la palabra en tono de súplica, mandato o invocación.
APELATIVOS EN EL POEMA DE MÍO CID
1. Apelativo del héroe del Poema
El mayor numero de vocativos pertenecientes a la misma persona corresponden a héroe del Poema, en una sola ocasión aparece el nombre y el apellido, precedido de Mio Cid
“Mio Çid Roy Díaz, mucho me avedes ondrado” (2151).
Chasca divide en tres clases las denominaciones del héroe:
a) el título honorífico simple (Cid, Mío Cid)
b) el epíteto simplemente (Campeador), y
c) el epíteto compuesto (Mío Cid, Campeador; Mío Cid, Campeador, Complido; etc…).
Los apelativos usuales en orden decreciente son: Cid, Mío Cid, Cid Campeador, Campeador, Campeador contado, señor ondrado y señor.
CID El vocablo Cid, según Menéndez Pidal, es un título honorífico derivado del árabe Çid “señor”; lo llevaron varios personajes cristianos, sin duda por haber vivido entre los moros o tener vasallos musulmanes.
“Cid, en el nuestro mal vos non ganades nada” (47).
“Gradéscolo a Dios, Mio Çid, dixo el Abbat Don Sancho” (246).
“El Criador vos vale, Çid Campeador leal” (706).
CAMPEADOR “Batallador, vencedor”, sólo usado como epíteto del Cid. Se le aplicó en vida y es el epíteto más común en el Cantar, pero no como vocativo.
“Campeador, fagamos lo que vos plaze” (1127).
El apelativo menos utilizado es señor “Dixo Martín Antolínez: Por qué lo dezides, ¡Señor!”.
2. Apelativos del Rey.
Los apelativos más comunes del rey Alfonso VI, uno de los personajes fundamentales del Poema, son: señor, rey, Alfonso y don Alfonso, este último precedido de interjección.
SEÑOR “desto que nos avino que vos pese, señor” (3040).
REY “Gradéscolo, rey, prendo vuestro don” (2124).
ALFONSO “Alfonso mío señor, merced, yo la recibo” (2036).
3. Apelativos de los vasallos del Cid
El mayor numero de apelativos referentes a los vasallos del Cid se refieren a Minaya, denominado también caboso, Albar Fañez y Minaya Albar Fañez, se utilizan también Martín Antolínez, Muño Gustioz y Pedro Bermúdez.
MINAYA
“Dixo el Campeador: bien fallastes, Minaya”; (441).
CABOSO Cabos, cabal, cumplido, sólo se usa como epíteto del héroe del cantar y de Minaya,e incluso tenemos dos vocativos en el mismo verso.
“Vos sodes, caboso, venid acá, Minaya” (1804).
“Venit acá, Albar Fañez, el que más quiero e amo” (2221).
“Did, Minaya Albar Fañez, por aquel que está en alto” (1297).
“Venides, Albarfañez Minaya, una fardida lança” (489).
Menos numerosos son los apelativos del resto de los vasallos del Cid, Martín Antolinez, Muño Gustioz y Pedro Bermúdez.