AYUDA ES PARA HOYYY PLISSS
En dos columnas; en la primera redacta un día en la vida de un campesino u obrero durante el Porfiriato; en la segunda, redacta cuáles se imaginan eran las actividades de un hacendado o inversor dueño de una fábrica.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La vida de un campesino:
Durante la época porfirista, el campesinado fue una de las clases sociales más desprotegidas y explotadas. Estaba sujeto a las tierras de los hacendados por el sistema de peonaje que los ataba, mediante la tienda de raya, a un endeudamiento constante.
Las familias eran numerosas y con una expectativa de vida no mayor de 40 años; los niños vivían desnutridos; los hombres generalmente alcohólicos, obtenían el licor en las tiendas de raya; las mujeres carecían de todo, llevando una vida precaria.
Los hacendados:
La mayoría de esos hacendados, en especial los del norte del reino de la Nueva España, debido a sus características geográficas e históricas (lejanía del centro, escasa población, tierras de frontera e indígenas menos civilizados), lograron hacerse de inmensas extensiones de tierra y adoptaron esa actitud tan característica del gran hacendado y que lo identificó durante mucho tiempo: dominaron y sojuzgaron en sus propiedades con rasgos patriarcales. A fines del siglo XIX algunos hacendados de Yucatán, pertenecientes a la casta divina, tuvieron esa misma característica: señorearon en sus dominios.
Explicación:
Espero te ayude
Respuesta:
La vida de un campesino:
Durante la época porfirista, el campesinado fue una de las clases sociales más desprotegidas y explotadas. Estaba sujeto a las tierras de los hacendados por el sistema de peonaje que los ataba, mediante la tienda de raya, a un endeudamiento constante.
Las familias eran numerosas y con una expectativa de vida no mayor de 40 años; los niños vivían desnutridos; los hombres generalmente alcohólicos, obtenían el licor en las tiendas de raya; las mujeres carecían de todo, llevando una vida precaria.
Los hacendados:
La mayoría de esos hacendados, en especial los del norte del reino de la Nueva España, debido a sus características geográficas e históricas (lejanía del centro, escasa población, tierras de frontera e indígenas menos civilizados), lograron hacerse de inmensas extensiones de tierra y adoptaron esa actitud tan característica del gran hacendado y que lo identificó durante mucho tiempo: dominaron y sojuzgaron en sus propiedades con rasgos patriarcales. A fines del siglo XIX algunos hacendados de Yucatán, pertenecientes a la casta divina, tuvieron esa misma característica: señorearon en sus dominios.