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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Mateo 7,15-20: Los profetas se conocen por los frutos
Cuidado con los falsos profetas. En el tiempo de Jesús, había profetas de todo tipo, personas que anunciaban mensajes apocalípticos para envolver a la gente en los diversos movimientos de aquella época. Esenos, fariseos, celotes y otros (cf. At 5,36-37). En el tiempo en que Mateo escribe había también profetas que anunciaban mensajes diferentes del mensaje proclamado por las comunidades. Las cartas de Pablo mencionan estos movimientos y tendencias (cf 1Cor 12,3; Gal 1,7-9; 2,11-14;6,12). No debe haber sido fácil para las comunidades hacer el discernimiento de espíritus. De aquí la importancia de las palabras de Jesús sobre los falsos profetas. La advertencia de Jesús es muy fuerte: "Cuidado con los falsos profetas: ellos viene vestidos con pieles de oveja, pero dentro son lobos feroces” .Jesús usa esta misma imagen cuando envía a los discípulos y a las discípulas en misión: “Os mando como cordero en medio de lobos” (Mt 10,16 y Lc 10,3). La oposición entre lobo voraz y manso cordero es irreconciliable, a no ser que el lobo se convierta y pierda su agresividad como sugiere el profeta Isaías (Is 11,6; 65,25). Lo que importa aquí en nuestro texto es el don del discernimiento. No es fácil discernir los espíritus. A veces, sucede que intereses personales o grupales llevan a las personas a proclamar como falsos a los profetas que anuncian la verdad que incomoda. Esto aconteció con Jesús. Fue eliminado y condenado a muerte como falso profeta por las autoridades religiosas de la época. De vez en cuando, lo mismo ha ocurrido y sigue ocurriendo en nuestra iglesia.
• Mateo 7,16b-20 : La comparación del árbol y sus frutos. Para ayudar en el discernimiento de espíritus, Jesús usa la comparación del fruto: “Por los frutos os reconocerán”. Un criterio similar lo había sugerido ya el libro del Deuteronomio (Dt 18,21-22). Y Jesús añade: “Un árbol bueno no puede producir frutos malos, ni un árbol malo producir frutos buenos. Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y arrojado al fuego. En el evangelio de Juan, Jesús completa la comparación: “Si alguna de mis ramas no produce fruto, él lo corta; y limpia toda rama que produce fruto para que dé más. Esas ramas son arrojadas fuera y se secan como ramas muertas.” (Jn 15,2.4.6)
Explicación:
Oración:
Por quienes son víctimas del egoísmo y la injusticia: un recuerdo y una oración. Por quienes sufren persecución a causa de sus ideas, de su credo religioso, de su cultura diferente: un recuerdo y una oración.
Por los pueblos empobrecidos a causa de la ambición de otros países: un recuerdo y una oración.
Por las mujeres vulneradas y violadas como arma de guerra: un recuerdo y una oración. Por los niños y niñas a los que se les roba su infancia con trabajos inhumanos: un recuerdo y una oración.
Por las personas, las familias que viven sin hogar, que sufren para pagar unas hipotecas desproporcionadas sus posibilidades: un recuerdo y una oración. Por aquellas personas para quienes el hambre es su pan de cada día: un recuerdo y una oración.
Por las personas ancianas que viven en soledad y abandono: un recuerdo y una oración. Por las personas que están en el paro forzoso, que no encuentran trabajo ni un salario suficiente: un recuerdo y una oración.
Por quienes tienen que salir y desarraigarse de sus países de origen en busca de posibilidades de una vida digna: un recuerdo y una oración. Por quienes se agarran sin esperanza a los barrotes de la cárcel, por los que son torturados: un recuerdo y una oración.
Somos una única familia en el mundo, los seres humanos, hijos de Dios, nuestro único Padre que nos abraza a todos, aunque no le conozcamos, aunque le llamemos de diversas maneras, aunque neguemos su existencia. Unidos, pues, a todos los hombres y mujeres del mundo, en su dignidad de personas e hijos e hijas de Dios, oramos como Jesús de Nazaret nos enseñó