Ayuda es para ahorita  Realizamos un estudio sobre nuestra lengua originaria: el quechuaSegún datos del Ministerio de Educación (DNLO, 2013), en el Perú el quechua es considerado una lengua vital, aunque muchas de sus variedades, en realidad, estén en peligro de desaparecer. Hubo ciertamente una disminución significativa de la importancia relativa del quechua como idioma en el país (al inicio del siglo XX, 60 % de la población era quechuahablante, en tanto que, a inicios del siglo XXI, solo lo es el 15 %), pero en términos absolutos hay más quechuahablantes en el 2014 de los que había en 1876 (Ribota, 2012). Si los Estados no adoptan políticas y estrategias firmes y duraderas, es probable que más del 50% de los cerca de 7000 idiomas que se hablan en el mundo desaparezcan en pocas generaciones. El 96 % son lenguas habladas por apenas el 4 % de la población mundial. En el Perú, hay avances importantes y también grandes desafíos. No están a salvo todas las lenguas. De los 47 idiomas considerados como oficiales, se calcula que 17 están en serio peligro de extinción por la mínima cantidad de hablantes. Hay que tomar medidas urgentes para proteger estas lenguas y evitar que tengan el mismo destino de, por lo menos, 37 lenguas habladas en el territorio peruano que desaparecieron. Es relevante la iniciativa del Ministerio de Cultura, mediante el Instituto de Radio y Televisión, que está ampliando su programación con noticieros en quechua y aimara. Desde luego, se pueden citar muchos más ejemplos que dan cuenta que hay un camino abierto, pero es fundamental fortalecer las políticas y estrategias y armonizar la institucionalidad con la participación y corresponsabilidad social para su plena implementación. El reto: recoge información sobre qué factores influyeron en la disminución de la cantidad de personas quechuahablantes al inicio de este siglo.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La lengua quechua es usada por los pueblos quechuas y es considerada la lengua originaria más hablada del Perú con un aproximado de 3'360,331 hablantes (Censo 2007), quienes habitan en todos los departamentos del Perú. La actual distribución del quechua en el Perú es el resultado del proceso histórico de difusión y conformación de las diversas variedades geográficas. En realidad, el quechua es una familia lingüística, con diversas variedades distribuidas en siete países de América del Sur (Perú, Ecuador, Colombia, Bolivia, Argentina, Chile y Brasil) según datos del Ministerio de Educación (DNLO, 2013). En el Perú, las variedades de quechua se agrupan en dos grandes ramas: quechua I y quechua II (según terminología de Torero 1964). El primero se ubica en la zona central del país y el segundo en las zonas norte y sur. Su distribución corresponde a los fenómenos históricos de expansión del idioma en el último milenio, cuyo proceso explica la existencia de diversas variantes geográficas (Cerrón 1987; Chirinos 2001; Moseley 2010).
Según datos del Ministerio de Educación (DNLO, 2013), en el Perú el quechua es considerado una lengua vital, aunque muchas de sus variedades, en realidad, estén en peligro o serio peligro. Hay ciertamente una disminución significativa de la importancia relativa del quechua como idioma en el país (al inicio del siglo XX, 60% de la población era quechua hablante, en tanto que a inicios del siglo XXI, sólo lo es el 15%), pero en términos absolutos hay más quechuahablantes en el 2014 de los que había en 1876 (Ribota 2012). Además, al menos un tercio de los quechuas hablantes se encuentran en espacios urbanos (Valdivia 2002).
No hay duda sobre la mayor antigüedad del quechua I. Por ello, se presume que el quechua es originario de algún lugar de los Andes centrales. Efectivamente, el primer gran desplazamiento y expansión del quechua parece haberse producido en la propia zona central, en oleadas sucesivas bastante antiguas, lo que explica en parte la gran diferencia entre las diversas subramas del quechua I.
El siguiente proceso de desplazamiento se generó en tiempos previos al imperio de los Incas, por movimientos de población y cambios demográficos. El quechua reemplazó al aimara como lengua local en las zonas sur y centro andinas, tanto en zonas como la sierra de Lima pero sobre todo las actuales zonas de Cusco, la zona Collao de Puno y parte de Apurímac. Las variedades de estas zonas mantienen por ello una serie de características fonológicas del aimara antiguo, como las fricativas y las glotalizadas, hoy específicas del quechua de Cusco y Puno. Posteriormente, la lengua se difundiría también hacia la sierra norte, sustituyendo parcialmente a antiguas lenguas locales como el culle (Torero 1964), así como a algunas otras lenguas actualmente desaparecidas de las que no tenemos noticia fuera de topónimos y algunos otros indicios dispersos. Así, el quechua se consolidó inicialmente como idioma pan andino en el período inca, probablemente alentado desde el Estado como la lengua de la administración y del control, pero también de la difusión de saberes, del ejército y de la reciprocidad y el intercambio entre grupos. Con el imperio, el quechua se convertiría en la lengua general (lengua franca) de la comunicación entre poblaciones diversas que hablaban idiomas distintos, hoy desaparecidos.
El proceso de expansión y la consolidación del quechua como idioma principal, y ya no solo como lengua franca, se dio durante el período colonial. Considerando que era más fácil difundir la doctrina cristiana en un idioma nativo que la gente ya conocía, los sacerdotes evangelizadores promovieron el quechua en buena parte del territorio colonial. Es muy probable que haya sido la catequización en quechua, sumada al establecimiento de la doctrina en las reducciones de indígenas, lo que terminó de consolidar el quechua como idioma indígena mayoritario en las zonas nortes del país (Estenssoro 2003).
Como resultado de estos procesos de cambio lingüístico, es posible hoy en día identificar al menos, nueve variedades de quechua, distribuidas geográficamente entre los Andes y áreas de la selva norte (quechua II-norte), la sierra central (quechua I) y la sierra sur (quechua II-sur). Las nueve variedades agrupadas en cuatro ramas se encuentran clasificadas en el Documento nacional de lenguas originarias del Perú publicado por el Ministerio de Educación en 2013, en el marco de la Ley N.° 29735, Ley que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento, y difusión de las lenguas originarias del Perú.
Explicación paso a paso: