ayuda ayuda trata te la guerra por el control de reservas de petróleo y gas lo que quiero saber es la información que viene del esquema de proceso
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Solíamos estar acostumbrados a que los países en vías de desarrollo usaran el armas de la energía contra los países desarrollados, por la sencilla razón de que los primeros tienden a ser productores y los segundos, consumidores. Especialmente de gas y petróleo. Ahora, sin embargo, las cosas pueden estar empezando a cambiar. La tecnología está empezando a cambiar el mercado mundial de hidrocarburos. El petróleo y el gas ‘no convencionales’, desarrollados en EEUU, se están extendiendo a todo el mundo. Al mismo tiempo, el petróleo va a seguir caro, rondando los 100 dólares el barril, lo que significa que más yacimientos que con el precio a 20 dólares (donde estaba hace 10 años) están empezando a ser rentables.
La consecuencia es que el reparto del poder está cambiando. Y eso está empezando a tener impacto en las relaciones entre países. Por ahora, ganan Estados Unidos y Canadá, y pierden Japón y Polonia. En el medio plazo, también deberían verse beneficiados Venezuela, Argentina, Rusia e Israel, mientras que los principales perjudicados serían los países de Oriente Medio de la OPEP.
El ejemplo más evidente llegó el mes pasado cuando, una vez más, el Gobierno de Barack Obama volvió a decir al de Japón que no iba a autorizar la exportación de gas natural a ese país. Estados Unidos se está convirtiendo en exportador de esta fuente de energía, pero Washington no quiere que su gas salga fuera de sus fronteras. En parte, porque quiere asegurarse su propio abastecimiento a bajo precio. Y, en parte, porque es consciente de que, por fin, tiene un arma energética con la que jugar con el resto del mundo.
Y ahí es donde entra Japón. “EEUU no va a vender gas a Japón hasta que Tokio no elimine las limitaciones a la importación de coches estadounidenses. Y, además, ahora mismo eso tiene un objetivo político claro. Barack Obama necesita demostrar en los estados en los que la industria del motor es más fuerte que está dispuesto a defender los intereses del sector”, explica en una conversación telefónica el experto en el sector del petróleo y del gas Eric Watkins Los estados de Ohio y Wisconsin —y, en menor medida, Iowa— pueden ir para Obama o para Romney, y tienen una fuerte presencia de la industria del motor. Además, el sindicato Trabajadores Unidos del Automóvil (UAW) es muy fuerte en esos territorios. El presidente de EEUU no tiene por qué arriesgar su reelección por un proyecto de venta de gas que no se materializaría hasta al menos dentro de cinco años.
De esa forma, las elecciones presidenciales de Estados Unidos se han inmiscuido directamente en el mercado del gas mundial. Y han afectado a Japón en un momento en el que ese país es particularmente vulnerable, porque Tokio ha cerrado temporalmente todas sus centrales nucleares tras la catástrofe de Fukushima. Sin embargo, apenas tres semanas después de que EEUU dijera ‘no’ de nuevo a la exportación de gas natural, Japón ha decidido reanudar las operaciones de sus nucleares. La razón es simple: el gas natural estadounidense cuesta apenas el 13% que el que está importando Japón. Si EEUU no le vende gas, el coste para Japón de eludir la energía atómica puede ser demasiado.
Explicación:
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