ayuda 8 ejemplos de tolerancia en mi barrio por favor
Respuestas a la pregunta
2_Con aquellos que profesan otras religiones
3_Hacia aquellos que tienen una diferente posición económica
4_Con aquellos que tienen una ideología política distinta
5_Ante la recepción de un comentario negativo.
6_Hacia la diferencia en las preferencias sexuales.
7_Ante los problemas ajenos, por más de que parezcan insignificantes.
8_Con las personas que tienen un origen étnico diferente.
¿Cómo promover la tolerancia en el hogar?
En la psicología, la tolerancia es la habilidad que posee una persona para admitir las diferencias con sus semejantes. O como lo diría la Real Academia el “respeto y consideración hacia las opiniones o prácticas de los demás, aunque repugnen a las nuestras”. Sin embargo, el ser tolerante no es lo mismo que aceptar todo lo que nos revela el otro. Tendremos que admitir las diferencias, no ridiculizarlas o agredirlas de algún modo y siempre ser respetuoso con las personas.
Ser tolerante en familia, por ejemplo, “implica un respeto mutuo entre todos sus miembros, siempre y cuando las opciones personales no perturben la estabilidad y el buen funcionamiento de todo el colectivo”, explica el portal de prevención de drogas ‘Proyecto Hombre’. Aprender a ser una persona con esta capacidad no es fácil, porque no se enseña en colegios o universidades. Es algo que debe venir de los valores del hogar.
Y si bien nunca dejaremos de educarnos sobre esta habilidad, estas son algunas claves para que tú y tu familia puedan progresar hacia esa meta.
Ser tolerante con uno mismo. Es imprescindible enseñarle a nuestros hijos que tal vez una gripe no nos deje hacer lo que hemos estado planeando por meses. La clave está en saber que no existe la perfección y que tenemos ser más “buenos” con nosotros mismos. Por ello, no es que haya que evitar todo lo que está fallando a nuestro alrededor. Al contrario, admitamos que existe la posibilidad del error y que tenemos que vivir en armonía con ello y con nuestras propias limitaciones.
Superar el miedo al rechazo. La idea no es prescindir del rechazo sino aprender a vivir con él para que de esta forma no devaste nuestra autoestima. Es muy importante enseñarle a nuestros pequeños a escuchar la palabra “no” sin que hagan berrinche o se desplomen emocionalmente.
Inculcar el respeto al otro. Si tu niño no tiene capacidades artísticas o deportivas no tiene porqué sentirse discriminado o agredido de alguna manera. El grupo familiar debe permitir las diferencias entre ellos mismos para que también puedan tolerar el resto de desigualdades: peso, habilidades, color de piel, defectos físicos. Es significativo incentivar el respeto hacia el otro, no solamente como una estrategia para hacer la convivencia mejor, sino como una manera de crecimiento grupal e individual.
Y si bien nunca dejaremos de educarnos sobre esta habilidad, estas son algunas claves para que tú y tu familia puedan progresar hacia esa meta.