aspectos sociales y economicos de America
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Respuesta:
América Latina ha estado marcada por un crecimiento económico desigual, tanto entre los distintos países y zonas geográficas, como a nivel poblacional en el interior de cada una de estas unidades, es decir, en el ingreso por sectores sociales. Esto se produce por múltiples factores pero existe una condición predominante: la situación de Latinoamérica respecto al desarrollo del capitalismo mundial, que ha determinado su pasado y presente de características coloniales, así como los procesos de centralización del poder en función de la creciente hegemonía política imperialista. Es decir, en el desigual desarrollo de América Latina, las características domésticas y las decisiones e instituciones internas, tan sólo refuerzan mas no determinan el desarrollo del capitalismo en cada uno de los países de la región.
Especialmente durante la primera mitad del siglo XX, el desarrollo de América Latina estuvo estrechamente ligado con la expansión del capitalismo desde la centralidad europea y la creciente importancia de Estados Unidos como nueva potencia económica. La demanda de las exportaciones primarias en función de las necesidades de expansión de la industria europea y norteamericana así como de las guerras mundiales acondicionó las estructuras económicas, sociales y políticas de América Latina. La potencialidad de cada uno de los países latinoamericanos respecto a su dimensión económica efectiva y la "lotería de los productos básicos" (Thorp, 1998) son parte del mismo proceso, que en sus periodos de expansión (inicios de siglo y posterior a la segunda guerra mundial) les dio las características institucionales y estatales, la formación y naturaleza de sus elites y la orientación del desarrollo económico, a los países de Latinoamérica.
Uno de los rasgos fundamentales que se estableció en el primer periodo de crecimiento previo a la primera guerra mundial fue la concentración de la exportación en pocos productos primarios. Para el caso de Brasil, en 1913, sus exportaciones estaban basadas en el café (62.3% de sus exportaciones) y en el caucho (15.9%). En el caso de México sus exportaciones primarias principales se concentraban el la plata (30.3%) y el cobre (10.3%).
Los casos anteriores son muestras de un desarrollo similar, pero las diferencias pueden ser importantes para establecer si en todo caso, las relaciones con la expansión del capitalismo central puede ser lo más determinante. Brasil es un ejemplo del predominio de un producto como el café que sin embargo impulsa una diversificación y el crecimiento de infraestructura, pues este producto no exige reinversiones considerables. En el caso mexicano de inicios de siglo, donde la exportación de minerales era predominante, aunque también la agrícola era importante, la revolución mexicana es un elemento que redefinirá el papel del estado en la economía, impulsando el crecimiento luego de una crisis previa.
Ambos casos parecen señalar grados diversos de influencia estatal, que significa a grandes rasgos un mayor o menor peso en las decisiones internas. En el caso de la revolución mexicana, se le suele dar a esta una importancia histórica fundamental. Políticamente, desembocará en la creación en 1929 y por parte de Calles, del Partido Nacional Revolucionario, antecedente del PRI, partido hegemónico que aglutinaría una alianza policlasista que incluía a las fuerzas más dinámicas de la sociedad mexicana. Sin embargo, pese a la violencia desatada en el proceso político mexicano, al aparente nacionalismo e incluso sentimiento antinorteamericano, el auge de la industria del petróleo que siguió a 1910, más la reactivación de la minería en los años 20, condujeron a la sorprendente continuidad de las pautas de un economía exportadora, y a la inversión de capitales norteamericanos en los sectores de exportación y, en a década de 1920, en la industria.