aspectos religiosos de la conquista de america
Respuestas a la pregunta
LA CONQUISTA
Debe entenderse por conquista, la acción bélica de grupos organizados, de españoles que proceden a dominar por la fuerza de las armas a las poblaciones aborígenes de las Indias. Estas campañas pueden estar organizadas desde la Península directamente, o partir desde tierras americanas, previamente dominadas. Estos grupos organizados constituyen la llamada hueste, que ha sido legalmente constituida y está a las órdenes de un capitán, también oficialmente designado. Estos grupos tenían objetivos concretos que alcanzar, lo que unas veces conseguían y otras no. Estos objetivos no eran propiamente bélicos, sino exploratorios, pero la experiencia demostró desde un comienzo -los viajes colombinos- que era necesario, por la seguridad de la propia hueste, llevar una previsión armada.
La finalidad era conseguir que los habitantes de las tierras exploradas reconocieran la soberanía del Rey de España y se prestaran a la conversión a la verdadera fe. Si la tierra era dominada, se instalaría en ella una administración española, convirtiéndose el capitán en la cabeza de ella, con diferentes denominaciones -gobernador, adelantado, mariscal -, y los miembros de la hueste ocuparían cargos y funciones subordinadas. Esto último daba un estímulo a éstos para tener, aparte de los fines indicados, otros particulares y personales de fortuna y promoción.
Pero hay aún que hacer algunas precisiones necesarias, para entender el fenómeno Conquista, aclaraciones más bien, para no caer en confusiones.
La primera consideración, pese a ser cierta y obvia, es que no hubo por parte de la Corona española plan alguno para la conquista de las Indias. En otras palabras, que no hubo una idea imperialista por parte de Carlos I, sino que legitimó las conquistas hechas, con el asesoramiento de sus consejeros, concedió capitulaciones, como en los dos casos más importantes, respectivamente Cortés y Pizarro.
Una segunda consideración es que la conquista no fue realizada por el ejército español. O, formulado de otra manera, que el Rey de España no envió a ningún ejército regular a conquistar las Indias y no fue España la que organizó una guerra, sino en todo caso una hueste española realizó una campaña.
Lo afirmado en el párrafo anterior lleva a una conclusión complementaria: la adquisición de las Indias no fue una empresa planificada y organizada, conforme a unos objetivos conocidos previamente, sino que fue una acción del pueblo español, en sus diferentes capas sociales, especialmente campesinas, integrándose la hueste por voluntarios, que no por recluta obligada, o enganche en una bandera del ejército regular español.
Cronologicamente la conquista se desarrolla entre 1493 (fecha del segundo viaje de Colón y comienzo del asentamiento español y de la resistencia indígena) y 1570, aproximadamente. En este momento Felipe II da por terminadas las campañas exploradoras que concluían en la conquista. A la conquista le sucedía la pacificación, o sea las campañas contra indios ya sometidos, que se sublevaban, o contra los agresores procedentes de fuera de las fronteras de los virreinatos. Son 77 años, en los cuales se producen todos los hechos bélicos que aseguraron la posesión de las Indias en manos españolas.
l presente trabajo pretende evidenciar la importancia de un elemento fundamental en el hecho histórico de la Conquista de las Indias: la hueste.
Para ello he procedido a hacer un vaciado específico sobre este tema de obras especializadas en este período histórico. Con ello pretendo realizar una exposición más o menos correcta de la formación, organización y objetivos de este tipo de contingente humano, tan singular como determinante, dentro de un período histórico que ha marcado la historia moderna de España.
El estudio está dividido en cuatro partes diferenciadas: una primera a modo de introducción, donde se habla de la conquista y de las bases de legitimación de la hueste; una segunda en la que se trata la hueste en si (organización, estructura...); la tercera es un breve comentario de los provechos económicos que se obtienen de las expediciones; y finalmente, un apartado dedicado a las relaciones de la hueste con los indios aborígenes.