asitesis del cuento el principe y el mago
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Había una vez un príncipe al que le gustaba observar y recapacitar sobre todo lo que veía. Y creía en todo, menos en las princesas, las islas y en Dios. Su padre le había dicho que estas tres cosas no existían y él, como no había visto nunca princesas, islas ni a Dios, creía a su padre.
Pero un día, el príncipe decidió salir del reino. Sentía grandes deseos de conocer otros mundos. Y después de cabalgar durante bastante tiempo, llegó hasta el mar. Y a lo lejos vio unos pedacitos de tierra que le parecieron islas, y en ellas, se movían con elegancia unas mujeres que lucían vestidos lujosos.
Explicación:
Reflexiones sobre el cuento El príncipe y el mago
Qué extraña es la realidad, ¿verdad? Muchas veces, tal y como nos explica este cuento, vemos lo que otros desean que veamos. Y algunos (los magos) son tan persuasivos, que consiguen que creamos que esa, la realidad que nos muestran, es la auténtica realidad que existe. ¡Cuidado con ellos!:
– La realidad verdadera no existe: nuestra realidad está manipulada desde que nacemos. Depende de los mensajes que recibimos, de las experiencias que vivimos, de cómo procesamos esa información… y de lo persuasivos que sean los que nos rodean. Existen los magos, sí, aquellos capaces de trastocar nuestra realidad hasta hacernos creer lo increíble. Son personas con un poder de elocuencia y persuasión asombrosas. Tienen un don para hipnotizar a otros con sus palabras y hacerles creer en todo lo que dicen. Y lo mejor de todo es que nosotros también podemos ser magos, nosotros también influimos en la realidad de los demás y podemos ser tan persuasivos como los magos.
Más reflexiones sobre este relato para adolescentes y adultos
– Todos podemos ser magos: sí, la idea de este cuento es que todos, absolutamente todos, podemos ser magos. Todos somos capaces de influir en otros hasta tal punto de conseguir que crean en lo que nosotros creemos. Solo que algunos lo hacen con más facilidad ya que usan de forma magistral la persuasión o incluso la manipulación. Estos últimos son los magos, aquellos que nos llevan a creer en lo que ellos quieren que creamos.
– ¿Cómo saber si lo que vemos es cierto?: ahora pensarás que es imposible diferenciar la realidad de la ficción cuando estás bajo el hechizo de un mago. Así es, es muy difícil escapar de su don persuasivo. La única forma es intentando salir de ese entorno y ver desde muy lejos de nuevo esa realidad. Si consigues no encontrarte con otro mago que te engañe, tal vez logres acercarte un poco más a la realidad.