Asignatura : Español
Actividad :
-Has un resumen de “El refrán no es tan sabio como lo pintan”
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Con apresuramiento suele pensarse que los refranes son compendios de sabiduría popular, pero sólo basta reflexionar un rato para caer en la cuenta de que no siempre son populares, ni colectivos y, a veces, ni siquiera anónimos. De origen cierto, aunque la mayoría anónimos, pues se conoce el libro, el capítulo y el versículo, pero casi nunca el autor, son los refranes contenidos en La Biblia, que bien podría pasar, puesta entre la espada y la pared, por un diccionario paremiológico, como lo prueban, «nada hay nuevo bajo el sol», «no sólo de pan vive el hombre», «nadie es profeta en su tierra», «el que crea viento, cosecha tempestades», «el que esté limpio de culpa que arroje la primera piedra» y un etcétera así de largo. O pesimista suponer que «quien da pan a perro ajeno, pierde el pan y pierde el perro», cuando con una visión más optimista muy bien podría desembocar en que uno se quede con el perro de la prójima. El machismo es padre de más de cuatro desatinos, como «más vale mal casada que bien quedada» o «mujer que sabe latín ni encuentra marido ni tiene buen fin».
Para tiempos patriarcales, previos a la «píldora» y la vasectomía, el que la mujer sea como la escopeta «siempre cargada y detrás de la puerta». Injusto, al menos, el de «en cojera de perro y lágrima de mujer, no hay que creer». Unos refranes se contradicen con otros, de tal modo que si uno es verdadero, el otro, por estar en la otra esquina, sería, por decir lo menos, inexacto. Levanta falsas expectativas «la mujer compuesta, quita al marido de la otra puerta».
Explicación paso a paso:
no sé si esto era lo que necesitabas