as un resumen la historia:El niño encantado (Lima) .
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El niño encantado (Lima)
Cierto día un niño de doce años, que apacentaba sus rebaños
cerca de la laguna de Lacshacocha, perdió su fiambre
consistente en charqui («cecina») y cancha («maíz tostado»).
Llorando de hambre, se dirigió a la laguna a beber agua.
El niño estaba mirando, triste, el oleaje, cuando del
centro de la laguna salió una joven, que andaba sobre el
agua. Esta preguntó al niño por qué lloraba; él le contestó
que tenía hambre y que había perdido su fiambre. La joven
le dijo entonces: «Vamos, yo te daré bastante comida». Y
tomándolo de la mano, lo condujo al centro de la laguna;
allí desaparecieron los dos.
Los padres del niño creyeron que este se había ahogado.
Pero cuando al tercer día de la afanosa búsqueda que
realizaban se sentaron a descansar en la cueva de Huayanqui,
tuvieron la grata sorpresa de ver salir de la cueva a su
hijo con una desconocida joven que se sostenía en el aire...
El padre desencantó a su hijo, envolviéndolo con una
bufanda tejida con lana de vicuña. Y cuando le preguntó
dónde estuvo esos tres días, le contó que aquella señorita
lo llevó al fondo de la laguna, donde tiene un palacio con
cortinajes de mil colores, que le había dado de comer panes,
frutas y potajes, y que después lo había conducido por
un camino subterráneo hasta la cueva.
Explicación:
☆♡
Respuesta:
El niño encantado (Lima)
Cierto día un niño de doce años, que apacentaba sus rebaños
cerca de la laguna de Lacshacocha, perdió su fiambre
consistente en charqui («cecina») y cancha («maíz tostado»).
Llorando de hambre, se dirigió a la laguna a beber agua.
El niño estaba mirando, triste, el oleaje, cuando del
centro de la laguna salió una joven, que andaba sobre el
agua. Esta preguntó al niño por qué lloraba; él le contestó
que tenía hambre y que había perdido su fiambre. La joven
le dijo entonces: «Vamos, yo te daré bastante comida». Y
tomándolo de la mano, lo condujo al centro de la laguna;
allí desaparecieron los dos.
Los padres del niño creyeron que este se había ahogado.
Pero cuando al tercer día de la afanosa búsqueda que
realizaban se sentaron a descansar en la cueva de Huayanqui,
tuvieron la grata sorpresa de ver salir de la cueva a su
hijo con una desconocida joven que se sostenía en el aire...
El padre desencantó a su hijo, envolviéndolo con una
bufanda tejida con lana de vicuña. Y cuando le preguntó
dónde estuvo esos tres días, le contó que aquella señorita
lo llevó al fondo de la laguna, donde tiene un palacio con
cortinajes de mil colores, que le había dado de comer panes,
frutas y potajes, y que después lo había conducido por
un camino subterráneo hasta la cueva.