artículo sobre el juego aiudaaaaa
porfa no tan largo porfaaaa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Jugar es un asunto serio*
Carmen Martínez González1
1Pediatra. CS Villablanca. Madrid. España.
Facultad de Medicina. Universidad Complutense de Madrid. Madrid. España.
"La madurez del hombre es haber vuelto a encontrar la seriedad con que jugaba cuando era niño"
Friedrich Nietzsche
Cuantas más oportunidades tenga un niño de disfrutar de la riqueza y de la fantasía despreocupada del juego, más sólido será su desarrollo. Porque el juego en la infancia es mucho más que disfrute o diversión. Es un puente hacia la realidad, un medio para resolver los problemas, una fuente de identificaciones y un excelente entrenamiento para la vida. Respetar y entender el juego de los niños es una necesidad básica recogida en el artículo 31 de la Convención de los Derechos del Niño.
A través del juego libre el niño canaliza sentimientos y emociones, e interpreta el mundo externo e interno por medio de repeticiones y actividades simbólicas, aunque el propio niño sea incapaz de entenderlo así.
Los niños juegan por placer. Pero la función primordial del juego es colaborar muy activamente en el progreso intelectual y la maduración personal, desarrollando aspectos tan importantes como:
La creatividad. El tiempo libre, el ocio y el juego espontáneo son esenciales para el descubrimiento de uno mismo y para el desarrollo de la personalidad y de la creatividad. Por el contrario, el exceso de actividades programadas (clases, deportes, campamentos), distraen continuamente de la tarea de ser sí mismo. En este sentido, los juguetes llamados educativos son adecuados siempre y cuando el niño disfrute con ellos y los use a su manera, sin hacer excesivo hincapié en la vertiente didáctica.
Preparación para la vida adulta. Los niños juegan a repetir aspectos de la vida que ven a su alrededor, como hacer de médico, cocinar, ser bombero o albañil. Actividades que cambian con cierta frecuencia, y no deberían generar expectativas relacionadas prematuramente con una vocación, pues están más relacionadas con un anticipo de hacerse mayor y probarse como adulto que con una elección profesional. La actitud más adecuada de padres y educadores es mostrar interés haga lo que haga, sin fomentar una idea concreta de proyecto futuro.
La perseverancia. Un valor que se va adquiriendo por medio de la repetición (puzles, construcciones) lúdica y no tan reglada como ocurrirá posteriormente en el medio escolar.
La confianza en la capacidad de triunfar. De manera informal, los niños aprenden que persistiendo en una tarea pueden realizar logros. Lo importante es que los adultos alaben el esfuerzo de intentar una y otra vez conseguir un objetivo y no solo el éxito final.
El dominio de ansiedades reales a través de situaciones ficticias. Jugar al escondite, a la gallinita ciega, con animales o peluches, les ayuda a enfrentarse a la oscuridad o a elaborar miedos reales a los animales con sensación de dominio, al ser situaciones voluntarias y controladas.
Habilidades para la vida, como la necesidad de que existan reglas para vivir en sociedad, o perder sin sentirse derrotado.
Podríamos concluir señalando que el juego, sobre todo el libre, es un escenario que ayuda al niño, mediante ensayos y elaboraciones de situaciones reales o ficticias (representando papeles sin que ocurra nada), a comprender el mundo a su manera. En este escenario, aunque niños y adultos disfruten juntos, debemos dejar que los niños hagan las cosas a su modo, sin interferir demasiado; entendiendo que el niño necesita espacio físico y mental para jugar con las ideas, con el lenguaje y con los juguetes con la libertad que él quiera y de la forma que quiera: con espontaneidad. El niño es el protagonista y cuanto más se empeñe un padre en dirigir un juego o en corregir el uso de un juguete, más probablemente su hijo perderá interés por un proyecto que dejará de ser suyo para ser del padre.
La experiencia de acudir a una escuela infantil y jugar con otros niños de su edad no sustituye la función de los padres, ni la necesidad de que los hijos perciban su interés y su participación de la manera que sea.
Todos los niños tratan de huir a un mundo de fantasía cuando no pueden manejar la realidad, y el juego es un puente entre ambos mundos. En este sentido, la invasión continua de fantasías externas complejas y fundamentalmente visuales (películas, videojuegos) tiene el riesgo de asfixiar el desarrollo de la propia fantasía, y por tanto, la creatividad.
Respuesta:
Un juego es la actividad que realiza uno o más jugadores, empleando su imaginación o herramientas para crear una situación con un número determinado de reglas, donde usualmente existen ganadores
¿Qué es es el juego?
La actividad recreativa que cuenta con la participación de uno o más participantes es conocida como juego. ... Su función principal es proporcionar entretenimiento y diversión, aunque también puede cumplir con un papel educativo.
Explicación: