argumentos de febrero 15 de rebelion de las ratas por faaaa
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Uwu
Explicación:
Antes de la civilización todo era felicidad, las expresiones de los niños, muchachas yancianos destilaba alegría, todo era paz, sencillez, existía un silencio bendito hasta que esesilencio fue remplazado por el ruido de las sirenas, la paz por codicia y las expresiones alegresde la gente fueron remplazadas por rostros tristes, angustiados, con ojos huidizos; decían quela esperanza de la patria estaba allí, con el sacrificio de unos pocos se crearía la tranquilidadde muchos, esta tranquilidad era la tranquilidad económica que obligaba al valle perder suaspecto. Etas eran las cosas que decían las personas que convencieron a los campesinos decambiar sus tierras y cosechas por vías y los burros de carga por grandes camiones
Respuesta:
Esta novela escrita por Fernando Soto Aparicio, publicada en 1962 y galardonada con el premio Selecciones Lengua Española en 1969, es una historia llana que a su vez contiene elementos sociológicos, políticos, económicos e históricos.
Para iniciar este resumen de La rebelión de las ratas podemos decir que el protagonista de la historia es Rudecindo Cristancho, un campesino arrancado de su tierra que se vio obligado a vagar por su región hasta refugiarse en el pueblo minero Timbalí.
Junto a Pastora, su mujer, y a sus hijos Mariana y Pacho, se enfrentarán a momentos duros y críticos, en un intento estéril de adaptarse a su nueva situación, dejando atrás su condición de campesino para ser parte de la masa obrera en la Compañía Carbonera del Oriente.
Más allá de las apreciaciones literarias, el libro La rebelión de las ratas es la viva expresión del cambio atroz y deshumanizante que atravesó la sociedad colombiana durante el proceso de transformación de la economía y producción, que pasó de ser agrícola y pecuaria a industrializada.
La historia de Rudecindo es en sí misma la vida de muchos colombianos que creyeron en este cambio como la panacea a sus males y abandonaron el campo para irse a la urbe, sin considerar las condiciones de desigualdad en las que se encontraban.
Esta aseveración se debe a que el único conocimiento que poseían estos seres era el trabajo de campesino y ahora se enfrenaban a una ciudad inhumana y llena de máquinas que, en nombre de la civilización y el mal llamado progreso, los transformó en seres sin nombre, unos asalariados más explotados por el capitalismo y por las grandes compañías que llegaban del extranjero y que encontraban en Colombia la gran oportunidad de incrementar su poder económico e industrial.