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Respuestas a la pregunta
tema 4:
¡Peligro!
La función principal del miedo es advertirle del peligro. Y la primera reacción a eso es huir. Como hemos visto en el ejemplo de un incendio, a veces nos alejamos del peligro más inmediato de estar en mayor peligro. Sin embargo, los resultados pueden ser mejores si es posible poner en práctica los conocimientos adquiridos a través de la experiencia y analizados por la razón. La humanidad ha sufrido devastadoras epidemias durante siglos. En Europa, la plaga acabó con poblaciones enteras. En su estudio de 2003 de la Declaración de la Despoblación de América, Elsa Malvido del Instituto Nacional de Antropología e Historia dice que la mortalidad por enfermedades como la viruela, que los españoles trajeron a México durante la época colonial, fue entre los años 80 y 80. 90%. Incluso sin conocer la causa de estas epidemias, ya se entendía que durante el brote se seguía extendiendo la huida o el desplazamiento de un lugar a otro. Hoy podemos tomar las medidas para prevenir el contagio como se recomienda para la pandemia COVID-19, especialmente si no nos estamos moviendo: quédese en casa.
tema 5:
alarma contaste
Mantener una condición de alarma constante desgasta el cuerpo. Los que tienen miedo no duermen, no comen y la presión arterial permanece alta. La ansiedad libera hormonas que alteran las respuestas emocionales, causan depresión y afectan el sistema inmunológico, exponiendo al cuerpo a infecciones y otras enfermedades. Con la depresión se abandona la lucha por la supervivencia, nada es importante. Ahora podemos comprender mejor que alguien se lanza impulsivamente al espacio para evitar el peligro más allá del esfuerzo, como en el caso de un edificio en llamas. O que una amenaza constante y ambigua crea un miedo constante y se intentan medidas desesperadas o mágicas que son inmediatas. También hay quienes, ante un peligro ambiguo, prefieren creer que no pasa nada y hacer la vista ancha ante las señales de amenaza.
tema 6:
la necesidad del conocimiento
La información que requerimos para atemperar los temores debe ser confiable, ya sea porque la hemos corroborado con la experiencia propia o porque proviene de fuentes autorizadas, es decir, que se basa en un saber adecuado para adaptarse a la realidad circundante. Un mayor conocimiento organizado, que puede contrastarse con la realidad, permite implementar medidas que nos protejan ante la adversidad, que siempre será incierta.