aportes culturales del imperio ming
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La dinastía Ming se fundó en medio del caos que surgió con el fin de la dinastía Yuan, cuando la sequía y el hambre agravaban la creciente inquietud reinante entre los ciudadanos chinos del imperio mongol. Inicialmente, los mongoles gobernaron China eficientemente, realizando progresivos cambios en la gestión económica y llevando a cabo diversos proyectos importantes de obras públicas. A la larga, sin embargo, el dualismo chino/mongol que dominó este periodo de la historia china no se pudo superar. Aunque la ley Yuan situaba a los ciudadanos chinos en el estatus social más bajo, los mongoles deseaban simultáneamente participar en la impresionante y rica herencia imperial de China. Hacia finales de su reinado, la vida en la corte Yuan era un extraño amalgama de culturas, en parte nómada mongol y en parte china imperial, aunque no completamente ninguna de las dos.
Este conflicto entre culturas condujo a un conflicto de actitudes ante la política, y cuando el malestar de los campesinos chinos amenazó en convertirse en una rebelión a gran escala, la estrategia que se trazó para hacer frente a la crisis no fue demasiado inteligente. A mediados del siglo XIV, cuando los desastres naturales en forma de sequías provocaron una extensa hambruna, los mongoles aprendieron que abrazar la cultura imperial china tenía sus riesgos, así como sus beneficios. Estos desastres se interpretaron como signos de que los mongoles habían perdido el Mandato del Cielo (si es que realmente lo habían recibido alguna vez), y estallaron rebeliones por todo el territorio. En medio de estas rebeliones surgieron varios líderes militares, entre los que había un general de Nanjing llamado Zhu Yuanzhang. Zhu Yuanzhang logró reunir un ejército capaz de expulsar a los despreciados extranjeros de China, de vuelta a Mongolia Interior.
En 1368 se declaró a si mismo emperador de la nueva dinastía Ming, y pasó a ser conocido en la historia como Hongwu (r. 1368-99). La capital permaneció en Nanjing hasta 1421, cuando el tercer emperador, Yongle (1403-1424), decidió trasladar la corte a Beijing. Si los comparamos con otras épocas, el periodo Ming fue uno de los más estables y duraderos de la historia dinástica china. En particular, el reinado de Xuande (1426-35) es considerado en las historias posteriores como un periodo particularmente glorioso, tanto por el sabio y compasivo gobierno de Xuande como por el desarrollo artístico. Fue durante esta década que la producción de porcelana en los hornos de Jingdezhen alcanzó su máxima producción.
Explicación: