Educ. Fisica, pregunta formulada por karen3487, hace 4 meses

aportes culturales de la gallina ciega​


EMILIANO171626: aamm q es un juego clásico
EMILIANO171626: que te ayuda a entrenar tu sentidos como el tacto
EMILIANO171626: el olfato
EMILIANO171626: y ya no se

Respuestas a la pregunta

Contestado por alejandratailivazque
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Respuesta:

Explicación:

Es bien conocido que dentro del suelo viven una gran variedad de animalitos, entre los cuales  destacan las llamadas lombrices de tierra y las “gallinas ciegas”, “nixticuiles” o gusanos blancos.  Las lombrices carecen de patas y no tienen una cabeza definida, mientras que las “gallinas ciegas” tienen tres pares de patas cortas y una cabeza endurecida, amarillenta, rojiza o parduzca. Las lombrices no tienen órganos para masticar, en tanto que las “gallinas ciegas” tienen mandíbulas fuertes que pueden cortar la hojarasca, las raíces, o inclusive madera húmeda.

A pesar de tales diferencias los dos tipos de invertebrados pueden coincidir en el desempeño de algunas funciones importantes que mantienen en equilibrio a los diversos componentes del suelo, y por ello a todo un ecosistema, como un potrero para ganado lechero.    

El gran naturalista inglés Charles Darwin, más recordado por su aportación a la teoría de la evolución, en 1881 fue el primero en cuantificar la importancia agrícola que tienen las lombrices de tierra en la formación del suelo, el mejoramiento de su textura, la distribución de los nutrientes orgánicos y minerales, así como el movimiento del aire y el agua entre las partículas de suelo y las raíces de las plantas. Sin embargo, las lombrices no son los únicos organismos que contribuyen en estas funciones. A distintas escalas, una larga cadena de tareas pequeñas realizadas por seres microscópicos son determinantes para mantener un suelo en las mejores condiciones, ya sea para cultivar plantas que nos alimenten, proporcionar forraje al ganado, o producir materiales de origen forestal.

A la par con las lombrices, las formas juveniles o larvas de escarabajos o “mayates”, conocidas como “gallinas ciegas” o “nixticuiles”, pueden remover grandes cantidades de suelo, y agregar nutrientes por medio de sus excrementos, sobre todo nitrógeno. Aunque normalmente, las lombrices y los “nixticuiles” pueden convivir sin problemas, se ha informado que dependiendo del tipo de suelo, en algunas regiones los “nixticuiles” son más abundantes que las lombrices, o al revés. En todo caso se  confirma que una cantidad moderada de individuos de diferentes especies de lombrices y mayates coincide con un mejor suelo para uso agropecuario o forestal.    

No es raro escuchar que algunos campesinos creen que cualquier gusano en el suelo es dañino para las plantas y hay que eliminarlo, pero realmente es necesario analizar cada caso para distinguir entre “nixticuiles” dañinos y benéficos. Normalmente aún las “gallinas ciegas” que comen raíces forman parte de un sistema equilibrado donde no se producen daños en las plantas. El daño aparece cuando se produce un desajuste en el suelo que, por ejemplo, reduce el número de enemigos naturales de las “gallinas ciegas”, y la población comedora de raíces crece más allá de lo normal y necesita más alimento, lo que puede debilitar o matar a las plantas que nos interesa cultivar.

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