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Respuesta:
La novela El túnel, de Ernesto Sábato, fue publicada por primera vez en 1948. Se trata de la primera novela del multifacético argentino que, además de escritor, fue físico y pintor.
Bien recibida por unos y mal recibida por otros, El túnel fue brevemente censurada en el país de España durante la dictadura franquista que la consideró inmoral.
Conozcamos algunos de los elementos que hacen de esta obra una referencia controvertida de la literatura hispanoamericana.
Sinopsis
Juan Pablo Castel, protagonista de la novela, es la voz narrativa que decanta pormenorizadamente el proceso psicológico que lo llevó al asesinato de María Iribarne, su amante.
La relación entre ambos comienza tras una exhibición de arte en la que Castel, pintor de profesión, advierte a la única persona entre los asistentes —críticos incluidos— que ha reparado en una escena marginal de su cuadro La maternidad. Se trata de María, con la cual Castel se obsesiona al creer que solo ella es capaz de comprenderlo.
Castel establece con ella una relación marcada por la incomunicación, por lo que solo poco después descubre que está casada con Allende, un hombre ciego. El descubrimiento desata en Castel una neurosis de la que ya ha dado signos en sus encuentros anteriores.
Sumergido en un mar de sesudas y tormentosas cavilaciones, Juan Pablo Castel concluye que María ha tenido y tiene una colección de amantes, de las que él es solo una pieza. Castel, que ha quedado preso de sus confusas elucubraciones, decide asesinarla.
Análisis
el tunel
En El túnel, Sábato comparte con el lector el mundo psicológico de un personaje, Juan Pablo Castel, bajo la forma de un relato en primera persona. Muestra el camino por el cual Castel pasa del dominio de sí mismo a un estado absolutamente irracional. María es el móvil de esta transformación, una mujer indescifrable, que no puede ser poseída ni escrutada; su compromiso no es total y su juego es peligroso.
Por el otro lado, le afectan las condiciones existenciales y estas se vuelven detonantes de una transformación en el estado inicial del personaje. La vanidad, la memoria, el olvido, la soledad, la fidelidad, la verdad y la mentira, la culpa y el castigo, todo se repasa en el hilo de pensamiento de Castel. Aparentemente intelectuales, el pintor comparte sus argumentaciones con un lector imaginario del que espera comprensión, acaso piedad. Sus reflexiones filosóficas casi son para él justificaciones de sus impulsos desordenados. Cada argumento filosófico, como cada especulación sobre María, lo arrojan a un túnel sin salida.
cuadros sabato
Obras pictóricas de Ernesto Sábato. De izquierda a derecha: Autorretrato; ¿Por qué gritará?; Alquimista III; Dostoievski.
Castel tenía que ser un pintor, es decir, un artista, figura que en el siglo XX gozaba de la reputación de persona reflexiva, intelectual, casi un bien espiritual o moral de la sociedad por aquello que tiene de creador, pero que al mismo tiempo pasa por "atormentado" como consecuencia de su extrema sensibilidad.
Por lo mismo, El túnel también se construye como un discurso signado por la autorreflexividad estética, es decir, por la reflexión del propio hacer artístico, sea que se trate de la pintura, sea que se trate de la literatura. En este punto, por ejemplo, la reflexión sobre la novela policial como género literario tiene un lugar de peso.
Es así que Sábato hace de esta obra un relato que, aun en su brevedad, recorre elementos de la novela psicológica, la novela policial y el existencialismo propio de su generación.
La novela, sin embargo, al tiempo que se ha convertido en una referencia de la literatura latinoamericana del siglo XX, no ha estado exenta de críticas. Aunque la obra ganó reconocimiento internacional cuando Albert Camus, como signo inequívoco de su admiración, hizo gestiones para que fuera traducida al francés por Gallimard, algunos han puesto en duda su trascendencia.
El crítico Christopher Domínguez Michael afirma en un artículo titulado “Sabato en el túnel: una apreciación de la obra del escritor argentino”, lo siguiente:
El túnel me pareció un ejemplo perfecto de novela didáctica, escrita bajo la buena influencia de la novela policíaca, ese manual de redacción al (sic) altura del arte y con dos o tres momentos magníficos…
Como vemos, si para unos El túnel es una magnífica representación del mundo interior de un ser humano devenido en neurótico, esquizofrénico o asesino y, en esa medida, es una sesuda, directa y concisa pieza maestra de la novela psicológica, para críticos como Domínguez Michael es una historia que redunda en el estereotipo del artista romántico, del genio perturbado e incomprendido.
¿Será Castel solo un héroe romántico atormentado, tal como apunta Domínguez? ¿Será Castel un triste celópata, y El Túnel apenas el relato de un crimen pasional? ¿Será que los hilos de la historia revelan los mecanismos de pensamiento de un feminicida? Le toca al lector situarse ante la novela y responder por sí mismo estas inquietudes.