Historia, pregunta formulada por ngonzalezfernandez, hace 1 año

aportaciones de los asiáticos a la cultura mexicana

Respuestas a la pregunta

Contestado por nayheli2006
4

Respuesta:

la aportación de Asia a la espiritualidad novohispana. La labor evangelizadora de jesuitas y franciscanos en aquellas tierras fue modelo de

cristianización para el norte del virreinato y, en una Nueva España

deseosa de santidad, el martirio de uno de sus hijos en Japón, San

Felipe de Jesús, no sólo impulsó la espiritualidad, sino que nutrió el

patriotismo criollo.

México, centro del mundo

Como lo indica el título completo del poema, Carta del bachiller

Bernardo de Balbuena a la señora doña Isabel de Tobar y Guzmán describiendo la famosa ciudad de México y sus grandezas, el objetivo de la obra

es ofrecer a la destinataria una idea de la capital del virreinato. Doña

Isabel, quien había radicado toda su vida en San Miguel de Culiacán,

una pequeña población situada en el pacífico norte del virreinato en

lo que hoy es el estado de Sinaloa, había enviudado y estaba por viajar a la Ciudad de México a fin de ingresar a un convento; el autor le

anticipaba a su antigua amada lo que habría de encontrar en la capital. Hijo ilegítimo de un indiano, Balbuena nace en Valdepeñas en

1562. A los veintiún años se traslada a Nueva España donde su padre

tenía propiedades en el actual estado de Jalisco; en la Ciudad de México transcurre una importante etapa de la vida del poeta en la que

continúa su educación y comienza a hacer una exitosa carrera eclesiástica que lo llevaría a ser Abad de Jamaica y Obispo de Puerto

Rico2

. El poeta manchego, escribiendo en plena madurez, se enorgullece de la tierra americana a la que llegó en su mocedad; al describir

la Ciudad de México, comienza por destacar que «donde nadie creyó

que hubiese mundo», se encuentra una “máquina soberbia» fundada

sobre una laguna o, en palabras del poeta, «sobre una delicada costra

blanda»3

. Tras subrayar la localización y extraordinario fundamento

de la antigua Tenochtitlan, Balbuena orgullosamente afirma que ahora es: la ciudad más rica y opulenta,

de más contratación y más tesoro,

que el norte enfría, ni que el cielo calienta4

.

México, indica ufano, «al mundo por igual divide»5

y «[c]on todo

él se confronta y comunica»6

pues ahí:

Entra una flota y otra se despide

de regalos cargados la que viene

la que se va del precio que los mide7

.

El comercio interoceánico al que se refiere aquí Balbuena daba,

sin duda, un extraordinario carácter cosmopolita a la capital de virreinato. En el poema, esta actividad no sólo genera la grandeza mexicana, sino que se enarbola como lo más significativo de lo propio.

Al hacer de México una metrópolis comercial y cultural, Balbuena

indirectamente cuestiona la subordinación de la Nueva España ante la

Vieja, negando la posición periférica del virreinato.

Explicación:

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