Historia, pregunta formulada por jonathancortez2008, hace 9 meses

Análisis sobre: ¿traicionó José Antonio Páez a simón bolívar?.

Respuestas a la pregunta

Contestado por jhonperezm2020
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Respuesta:

si lo traiciono Entre enero y abril de 1819, Páez libró la campaña de Apure junto a Simón Bolívar contra las tropas de Pablo Morillo, que habían invadido el Apure. En esa campaña Páez libró los combates de Caujaral, Cañafístola, Trapiche de la Gamarra y Las Cocuizas Páez se retiró perseguido por los realistas hasta que en el momento oportuno grita a su tropa: «¡Vuelvan caras!» cayendo sobre sus perseguidores y destruyendo la caballería realista que huye de vuelta a su campamento. Las Queseras fue el mayor triunfo de la carrera militar del general Páez

Explicación:

espero te sirva porfa coronita


jonathancortez2008: ¿traicionó José Antonio Páez a simón bolívar?.
jhonperezm2020: espera
jhonperezm2020: espero te siva
jhonperezm2020: sirva*
Contestado por andrea4160
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Respuesta:

Primero, aclaro que no soy ningún bolivariano a ultranza, de esos fundamentalistas que creen que todas las ideas de Simón Bolívar pueden aplicarse por igual a realidades políticas de cualquier época, o a realidades económicas y sociales a la manera de fórmulas mágicas para solucionar todo. Siendo Bolívar quien expresó las ideas más claras sobre la fundación de nuestra patria, a través de un conjunto de nociones que tienen su raíz en la Ilustración europea y el Iluminismo, el Enciclopedismo y en distintas filosofías de avanzada (que también habían inspirado a Francisco de Miranda, nuestro precursor en este sentido, víctima de las más viles traiciones), lo que hizo nuestro prócer fue interpretarlas y acrisolar muchas de ellas para adaptarlas a las nuevas realidades de nuestros nacientes países y crear el concepto de naciones libres, de patrias soberanas. Habría que admitir que Bolívar lo logró a través de sus proclamas, cartas y discursos, para sentar luego las bases de lo que hoy conocemos por patria (y no un patriotismo elemental, que puede generar un nacionalismo peligroso), haciéndolas extensivas a otros países como Perú, Bolivia, Colombia y Ecuador, librándoles del yugo español. No conforme con ello, Bolívar intentó poner sus ideas en práctica, y lo logró en buena parte. No conquistó todo lo que deseaba --la unión de la patria panamericana, la Gran Colombia-- pero su intento fue heroico; lo más importante fue demostrar que podíamos confiar en nuestra propia capacidad de lucha; con un esfuerzo casi sobrehumano, Bolívar implementó planes y batallas concretos, y articuló cientos de estrategias mediante un pensamiento que le convirtió en el líder político y social más importante de su tiempo, a nivel mundial.

En la actualidad estamos asistiendo a una sucesiva traición de los países fundados por Bolívar y de sus ideales de resistencia, libertad y soberanía por parte de los mandatarios de Colombia, Perú, Brasil y Argentina, principalmente, mientras que los de Chile, Uruguay y Ecuador permanecen indiferentes. No se trata, desde luego, que deban estar de acuerdo con las directrices políticas del gobierno venezolano de Nicolás Maduro, sino que respeten sus decisiones soberanas, así como el gobierno venezolano ha respetado sus diversas maneras de gobernar. De manera insólita, observamos cómo Santos, Temer, Macri y hasta Peña Nieto (presidente de México, el país con la violencia institucional más alta del mundo) y Temer, quien es presidente de facto y se ha salvado por un tris, acusado de corrupción en Brasil, al mismo tiempo de su homólogo en España, el inepto de Rajoy, se manifiestan directamente de acuerdo con las sanciones de Estados Unidos y de la Unión Europea contra el gobierno de nuestro país, un gobierno que cuenta con un apoyo popular mayoritario, y hablan sin ningún tapujo como si nuestro país les perteneciera, o ellos hubieran contribuido alguna vez a solucionar nuestros problemas en tiempos de crisis verdadera. Lo que vemos es lo contrario: que se han aprovechado de nuestros recursos y de nuestra generosidad y solidaridad, cuando ellos han vivido momentos críticos. Santos, en Colombia, es un caso patético: cómo este señor se ha disfrazado de Mesías de la Paz engañando a todo el mundo, sin poder solucionar el problema de la paz urgente para Colombia, y cómo se pone al lado de la derecha más abyecta para lograr complacer a la oligarquía colombiana y al gobierno de los Estados Unidos, en sus solicitudes y sanciones. Perú, ni se diga: ha venido de fracaso en fracaso tras los gobiernos ineficaces de Fujimori, Montesinos, García, Toledo, Humala y Kusinsky, llegando ahora a la cúspide su mediocridad cuando vemos a Kusinsky pidiendo perdón al pueblo peruano por no cumplir con sus metas en su primer año de gobierno, y rompe simultáneamente relaciones diplomáticas con Venezuela, mientras la gente pide a gritos su salida en las calles del Perú. Lo mismo ocurre en la Argentina con Macri (otro adalid de la corrupción y la privatización), mientras en Ecuador “un lobo disfrazado de cordero” (Correa dixit), un presidente de estreno que de revolucionario sólo tiene el nombre –Lenin-- se deslinda completamente del gobierno venezolano, echando por tierra la solidaridad real del Ecuador aportada durante el gobierno de Correa, y ya empieza a hacer pactos claros con Estados Unidos. Y Chile, la patria de Allende y Neruda, es ahora el país donde un día de estos van a privatizar el aire que respiran, y no muestra a Venezuela sino indiferencia o desprecio, a través de la voz neutra de su presidenta Bachelet, porque antes, durante el gobierno corrupto de Piñera, era aún peor. Así las cosas, los nuevos traidores a Bolívar –o lo que es lo mismo, a la Gran Patria Latinoamericana-- no han tardado reaparecer en el escenario internacional, atraídos por los sueños de grandeza y las falsas panaceas del país más injerencista del mundo.

Explicación:

espero te ayude

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