Historia, pregunta formulada por naisha0090, hace 1 mes

analisis del poema "suenos" de salome urena

Respuestas a la pregunta

Contestado por regimespi
3

Respuesta:

un reencuentro

Explicación:

Un reencuentro

No pude comprender a Salomé ni gozar su poesía hasta conocer sus cartas. Si el mito oficial ha presentado la epidermis barnizada y descifrada de la poeta de la segunda mitad del siglo XIX, sus epístolas nos ofrecen el curso de su sangre, su médula y armadura. Es la cotidianidad la que retrata su ser de mujer sustantiva, tenaz, poeta de cada día, de cada acto, de cada pregunta y elección. Sus cartas narran un viaje; la travesía de una persona en el punto de una época que  preludia grandes mutaciones de conciencia en la mujer y sobre ella, en un país ebullente y empobrecido, regenteado la mayoría del tiempo por tiranos voraces.

Una mujer entre dos planos: retraída y expansiva, transgresora y recatada. Angel hogareño; y a la par, águila planeando entre los muros que cercan imperceptiblemente. Los versos del poeta egipcio Kavafis, escritos en 1896,  bien describen este tipo de suceso: “Sin ninguna consideración, sin piedad, ni vergüenza/levantaron muros alrededor mío, gruesos y altos./ Y ahora me siento aquí tan desesperado./ No puedo pensar en otra cosa: esta suerte roe mi mente-/ pues tenía tanto que hacer afuera./...). (2)

Opinaba Carl Jung que los grandes acontecimientos de la historia son de notable insignificancia, afirmando que en “último análisis, sólo la vida subjetiva del individuo es esencial”.  Convincente nos resulta  al deducir que “cuando consideramos la historia de la humanidad sólo distinguimos la capa más superficial de los acontecimientos, enturbiada, además, por el espejo deformante de la tradición. Lo que ha ocurrido en el fondo escapa incluso a la mirada más escrutadora del historiador, pues la propia marcha de la historia está profundamente oculta, al ser vivida por todos y estar enmascarada a la mirada de cada cual” (3).

Este punto de vista encuentra enfático sentido cuando alude a la historia de personas o grupos orillados por los valores emblemáticos de una cultura, en razón de determinadas relaciones de poder. Por ejemplo, la historia conocida de las mujeres es la que el ojo masculino “ha escrutado” desde sus coordenadas. La verdadera sería otra laberíntica historia, en la que el orden de lo emocional, lo cotidiano, lo subjetivo, la sustentación de la vida constituirían las referencias cardinales. Por ello, para aproximarse dentro de lo que cabe a la historia de una mujer y a los factores que la han llevado a distinguirse, los diarios, epístolas y “subjetivas anotaciones” conforman una fuente invaluable en la que podemos dar con claves que permiten descodificar y entender mejor su tiempo y circunstancias. Ese íntimo orbe está repleto de pistas que orientan sobre sus éxitos, límites y restricciones.

La rebeldía de una sola mujer, declarada mediante vías diversas, corre paralela a las sordas y desconocidas rebeliones de muchas.

Las cartas escritas por Salomé Ureña aportan una visión recóndita, serena, desde dentro, de la posición social de las mujeres, así como de las ideas de la época. De mi parte, me han servido para acceder a la entrañable coherencia de esta escritora, a su carácter resuelto,  a su forma de concebir su papel y su pasión en el mundo. Lo que conduce a figurar su consistente actividad en el medio político-intelectual que le correspondió; y a la par, sentirla sobrepuesta a este tiempo de circunstancias inapelables, intentando, mediante la exploración poética, entablar conversación con aquella otredad presentida, que no es más que entereza de espíritu.

Salomé, en su postura y entendimiento, es una metáfora de la patria, tal como puede representarse en las décadas que siguieron a la Restauración. Sueño de utopías e irremediables, cesiones y pugnas. Apuesta deslizándose entre ser y fatalidad. Salomé, con la nación, recibe los ritos reverentes de la esperanza, lo mismo que el golpe de las herraduras, la sangre de los fusilamientos, la traición y la siembra. La idea de patria, en el pensar de la poeta, subyace  y trasciende a los prosaicos eventos domésticos y políticos. Progreso, porvenir,  ideales de bien, hoy son palabras desustanciadas por las incoherencias humanas; sin embargo, en aquellos tiempos abarcaban el impulso liberador, las aspiraciones de soberanía nacional, una  identidad intelectual que se concebía influyente sobre el curso político.

Contestado por chulochulo1980
0

Respuesta:

buenas Javier gi gunjjhffgtghhcfymkd

Otras preguntas