análisis de la obra la niña y el viento
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Su luna de pergamino preciosa tocando viene. Al verla se ha levantado elque nunca duerme. Este verso pertenece al poema Preciosa y el aire, del español Federico García Lorca; es el texto literario en la que se inspiró el maestro Francisco (Paco) Amighetti para realizar, en 1968, la cromoxilografía La niña y el viento.
A partir de ahora, quienes visiten la sede central de la Universidad Estatal a Distancia (UNED), campus Fernando Volio podrán apreciar esta obra, considerada por expertos una de las más importantes de Amighetti.
Su hija, Martha Amighetti, quien cedió los derechos a la universidad para replicar la obra, se mostró agradecida por la escogencia, a la vez conmovida por el homenaje para su padre.
“Me parece magnifico que se seleccionara la obra de mi padre y se le hiciera este homenaje. Yo veo que quedó muy bien. Para mí es fascinante verla aquí”, dijo ella.
El encargado de replicar en cerámica el grabado original realizado en madera fue Adrián Gómez, reconocido muralista cartaginés. Según comentó el artista, ese fue el mayor desafío de este trabajo.
“El reto más grande fue ejecutar la obra con la mayor fidelidad. Reinterpretar la esencia de la madera con material de cerámica fue algo complejo que, confieso, me causó muchas noches de insomnio”, declaró el muralista.
El autor de esta obra, aseguró Gómez, forma parte de una lista de unos diez artistas costarricenses que formaron las bases de las generaciones actuales; por eso, su legado es muy representativo para el país.
“Era consciente de que no estaba reproduciendo una caricatura, sino una de las mayores piezas del imaginario de don Francisco y resolver eso no fue tarea sencilla. Tenía que lograr crear la esencia para que en un solo impacto visual la gente diga. Sí, esa es La niña y el viento; no hay duda”, expresó.
El artista manifestó su satisfacción por la labor realizada. Dijo: “al rencontrarme con la pieza me doy cuenta de que el trabajo tuvo su acierto. La labor está cumplida. Esta obra es una de las más importantes del imaginario de don Francisco; entonces, formar parte del equipo de trabajo que hizo posible que ahora esté aquí en una de las paredes de la universidad, es un gran honor para mí como ejecutor”.
El trabajo completo duró unos tres meses, entre la ejecución propiamente dicha y otras acciones que fue necesario realizar como corrección de filtración de agua en la parte superior del bloque, curación de la pared y eliminación de ventanas a los costados.
Para llevar a cabo el proyecto, se juntó a un grupo de funcionarios en la comisión de obras de arte para que se encargaran de ejecutar una serie de acciones, previo a la elaboración del mural. Rogelio Cordero, Grace Alfaro, Mabel León, Walter Vargas y Roxiris Delgado seleccionaron la obra ejecutada, así como la pared y supervisar la preparación.
Esta comisión tiene el encargo de inventariar, codificar y restaurar obras de arte en poder de la universidad, así como la adquisición de nuevas creaciones. “La comisión se formó hace unos seis meses para trabajar en pro de cumplir a una ley de inversión en obras de arte que tiene como objetivo promover la cultura en el país”, comentó Rogelio Cordero, coordinador de la subcomisión.
La ley a la que hace referencia Cordero es la Nº 6750 de Protección a las Artes Plásticas, la cual obliga a las instituciones del Estado que construyen o amplíen un edificio para la prestación de servicios directos a la población y cuyo costo sobrepase los diez millones de colones, deberán destinar un porcentaje del presupuesto del proyecto a la adquisición de obras plásticas.
En este sentido, comentó que para este mismo año se tiene planeado ejecutar dos murales más: uno en el Centro Universitario de San Marcos y el otro el de Ciudad Neilly. Para el 2013 esperan realizar la segunda etapa en la sede Fernando Volio, que comprende el remozamiento de la plaza de los próceres y otras obras en el edificio del Paraninfo.
Los candidatos que tienen para los próximos proyectos son de la misma categoría de don Paco; por ejemplo, Manuel de la Cruz González, Lola Fernández e incorporar talentos jóvenes.
En el proceso también intervino Luis Chacón, curador que tuvo el encargo de asesorar en el tema artístico. En relación con el proceso, manifestó: “Francisco Amighetti es el máximo grabador de Costa Rica y uno de los grandes maestros americanos de esta técnica. Creemos que estamos reproduciendo una de las mejores obras que creó”.