Amplifica los fragmentos de romeo y Julieta
doy corona
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
ROMEO.- ¿Puedo alejarme, cuando mi corazón está aquí? Atrás, estúpida arcilla, busca tu centro. (Escala el muro y salta al jardín.)328
(Entran BENVOLIO y MERCUCIO.)
BENVOLIO.- ¡Romeo! ¡Mi primo Romeo
MERCUCIO.- No es tonto: Por mi vida, se ha escabullido de su casa para buscar su lecho.
BENVOLIO.- Se ha corrido por este lado y saltado el muro del jardín. Llámale, amigo Mercucio.
MERCUCIO.- Haré más, voy a mezclar su nombre con sortilegios329. -¡Romeo!330 ¡Capricho, locura, pasión, amor! Aparece bajo la forma de un suspiro, recita un verso y me basta. Haz oír un solo -¡Ay!- Pon siquiera en rima331, pasión y pichón332: dirige a mi comadre Venus una dulce palabra, un apodo a su ciego hijo, a su heredero el tierno Adam Cupido333 334, el que tan bien335 disparó cuando el rey Cophetua336 se enamoró de la joven mendiga. No oye, [está sin acción, no se mueve. El pobrecillo está muerto337 y tengo a la fuerza que evocarle.] -Yo te conjuro por los brillantes ojos de Rosalina, por su frente elevada, por sus purpúreos labios, por su lindo pie, su esbelta pierna, su regazo provocador338, por cuanto más éste guarda, que te nos aparezcas en tu forma propia.
BENVOLIO.- Si te oye, se enfadara
MERCUCIO.- Lo que digo no puede enfadarle. Enfado le causaría el que se hiciera surgir algún espíritu de extraña naturaleza en el círculo de su adorada y que allí339 se le mantuviera hasta que ella, por medio de exorcismos, le volviese a la profundidad. Esto sería una ofensa; pero mi invocación es razonable y honrosa: yo sólo conjuro en nombre de su dama340 o para que él mismo aparezca.
BENVOLIO.- Ven, se ha hecho invisible entre esos341 árboles, para unificarse con la húmeda noche342. Su amor es ciego y se halla más a gusto en las tinieblas.
MERCUCIO .- Si el amor es ciego, no puede dar en el blanco. Nuestro hombre se sentará ahora al pie de algún níspero y deseará que su amada sea esa343 especie de fruta que344 llaman manzana las jóvenes, cuando a solas se ríen345. ¡Romeo, buenas noches! -Voy en busca de mi colchón346: esta cama de campaña es, [para dormir], harto fría. Ea, ¿nos vamos?
BENVOLIO.- Sí, marchémonos; pues es inútil buscar aquí al que no quiere ser hallado.
(Vanse.)
ROMEO.- Se ríe de cicatrices el que jamás recibió una herida350
(Aparece JULIETA en la ventana.)
¡Pero calla! ¿Qué luz brota de aquella ventana? ¡Es el Oriente, Julieta es