amenazas ocurridas recientemente en nuestro país
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Respuesta:
Bogotá,
23/04/2020
Colombia, un país con múltiples amenazas geológicas, pero ¿por qué sucede esto?, en la UNGRD se lo explicamos

Debido a que Colombia presenta características geográficas, hidroclimatológicas y geológicas complejas producto de su ubicación tectónica y ecuatorial, la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres quiere dedicar un espacio para hablar de las amenazas geológicas con las cuales el país debe convivir.
Ejemplo de ello, están los sismos presentados recientemente en Mompox, Bolívar de magnitud 5.7 que dejó afectaciones en viviendas y en una estación de Policía, así como en Los Santos, Santander donde un sismo de 5.1 causó el colapso de un puente peatonal con daños en el tubo madre del acueducto en el municipio de Chía, Cundinamarca.
¿Esto por qué se da?, porque el país se encuentra ubicado sobre el Cinturón de Fuego del Pacífico; la convergencia de las placas tectónicas: Suramericana, Nazca y Caribe da origen al sistema montañoso de los Andes (cordilleras Oriental, Central y Occidental), un escenario propicio para la generación de amenazas de origen geológico tales como:
Actividad volcánica con más de 23 volcanes activos ubicados principalmente en la Cordillera Central, sismos con fuentes sismotectónicas asociadas principalmente a la zona de subducción en el Pacífico y deformación cortical, tsunami causados principalmente por sismos con fuente en la zona de subducción en el Pacífico y en la región Caribe (además de la fuente sísmica, existe el potencial de ocurrencia de tsunami causado por deslizamiento submarino), y movimientos en masa asociados a zonas de ladera y cuyo principal detonante son las lluvias intensas y/o prolongadas que junto con las inundaciones, afectan significativa sobre a la población.
Esto aunado a que Colombia posee costas en el Pacífico y en el Caribe, y debido a su ubicación cerca de la línea ecuatorial experimenta lluvias altamente intermitentes en el espacio y el tiempo que están influenciadas por una serie de elementos diferentes, como los patrones de circulación atmosférica sobre el vecino Mar Caribe y el Océano Pacífico, y la dinámica hidroclimática combinada de las cuencas del Amazonas y del Orinoco. Así mismo, el sistema montañoso de los Andes interviene en los patrones climáticos y las precipitaciones en toda la región; lo anterior, sumado al cambio climático, conlleva a la generación de fenómenos climáticos más intensos, frecuentes e impredecibles.
Bajo ese contexto, Colombia con una población de 48.258.494 de personas de acuerdo al censo del DANE 2018, cerca del 87% se encuentra expuesta a amenaza sísmica alta e intermedia, más de 82% está expuesta a amenaza alta por movimientos en masa; mientras que alrededor del 14.5% se encuentra expuesta a amenaza por tsunami y más de 0.7% se encuentra expuesta a amenaza volcánica alta y media.
Por otra parte, registros históricos de eventos ocurridos entre 1912 y 1919, relacionados con: tsunami, actividad volcánica, actividad sísmica y movimientos en masa, registran la muerte de más de 35.000 personas ocasionando diversos impactos socioeconómicos, revelando el poder devastador de éstos fenómenos.
Algunos de los desastres de origen geológico que han marcado hitos en la historia de Colombia, se citan a continuación:
En 1974, se presentó un movimiento en masa en Quebrada Blanca (Cundinamarca) que produjo la muerte de aproximadamente 500 personas.
En 1979, un terremoto de magnitud 8.1, sacudió la ciudad de Tumaco, generando un tsunami que afectó los municipios de Guapi y Timbiquí (Cauca), y Mosquera, El Charco y Tumaco (Nariño), ocasionando la muerte a aproximadamente a 260 personas, más de 1000 personas heridas y cerca de 1.600 viviendas destruidas.
En 1983, un sismo de magnitud 5.6 que sacudió a la ciudad de Popayán, dejó aproximadamente 250 muertos, 1.500 heridos y cerca de 5.000 viviendas destruidas. Este evento es un precedente en el país y evidenció la necesidad de contar con una figura que reglamentara las construcciones sismo resistentes del país, por lo cual en 1984 se adoptó el primer Código Colombiano de Construcciones Sismo Resistentes.
En 1985, la erupción del volcán Nevado del Ruiz, generó flujos de escombros (lahares) que barrieron las ciudades de Armero (Tolima) y Chinchiná (Caldas), cobrando la vida de más de 22.500 y 1.500 personas, respectivamente.
En 1987, en el barrio Villatina de Medellín (Antioquia), un movimiento en masa tipo deslizamiento propició la muerte a más de 500 personas y dejó alrededor de 1.700 personas damnificadas.
En 1999, la ciudad de Armenia fue devastada por un sismo de magnitud 6.1, que afectó a varios municipios de los departamentos de Quindío y Risaralda. En total, según la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), el sismo dejó 1.185 pérdidas de vidas, de las cuales 1.110 ocurrieron en el departamento del Quindío.