¿Algunos datos curiosos o interesantes de la poetisa Gabriela Mistral?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Gabriela Mistral
Z Nació el 7 de abril de 1889 en
la ciudad de Vicuña, Chile.
Z Su verdadero nombre era Lucila
Godoy Alcayaga. (Su seudónimo proviene de la convinación
de los nombres Gabriele D’Annunzio y Frédéric Mistral.)
Z Cuando tenía tres años, su padre abandonó el hogar, y a los 15 ya impartía clases como maestra.
Z En 1907, su novio, Rogelio Ureta, se suicida por
causas desconocidas.
Z En 1908 es profesora en La Cantera.
Z En 1914 obtiene el primer premio en el concurso
literario Juegos Florales de la capital chilena por
Sonetos de la Muerte, que sería incluido dentro
del libro Desolación.
Z En 1922 aparece Desolación en Nueva York.
Z En 1924, publica en Madrid, Ternura.
Z A partir de 1933 trabajó como cónsul de su país.
Z En 1945 recibe el Premio Nobel de Literatura.
Z En 1951 recibe el Premio Nacional de Literatura
de Chile.
Z En 1957 fallece, luego de una larga enfermedad, en
el Hospital General de Hempsted, en Nueva York.
Obras
Z Sonetos de la muerte (1914)
Z Desolación (1922)
Z Lecturas para mujeres (1923)
Z Ternura (1924)
Z Nubes blancas y breve descripción de Chile (1934)
Z Tala (1938)
Z Todas íbamos a ser reinas (1938)
Z Lagar (1954)
Z Recados, contando a Chile (1957)
Z Poema de Chile (1967)
Características:
Z Sus temas más recurrentes son: soledad, maternidad, mujer, niñez, amor, muerte como destino,
comunión con la naturaleza y el dolor.
POSMODERNISMO
Z Su poesía es sencilla y delicada.
Z Ausencia de retórica complicada.
Z Gusto por el lenguaje coloquial.
Z Posee una visión optimista de la vida en varios
poemas.
«Sonetos de la muerte»
I
Del nicho helado en que los hombres te pusieron,
te bajaré a la tierra humilde y soleada.
Que he de dormirme en ella los hombres no supieron,
y que hemos de soñar sobre la misma almohada.
Te acostaré en la tierra soleada con una
dulcedumbre de madre para el hijo dormido,
y la tierra ha de hacerse suavidades de cuna
al recibir tu cuerpo de niño dolorido.
Luego iré espolvoreando tierra y polvo de rosas,
y en la azulada y leve polvareda de luna,
los despojos livianos irán quedando presos.
Me alejaré cantando mis venganzas hermosas,
¡porque a ese hondor recóndito la mano de ninguna
bajará a disputarme tu puñado de huesos!
Explicación: