alguieno no tiene alguna redaccion sobre femicidios?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El feminicidio o femicidio define un acto de violencia extrema contra las mujeres por el hecho de ser mujeres. Forma parte del concepto más amplio de violencia de género. Los científicos sociales y las normas nacionales e internacionales tienen considerables diferencias tanto en la definición sociológica, como en la definición jurídica del término, diferencias que se extienden a los conceptos vinculados de género y violencia de género.
Respuesta:
Morir como esclavo
No es infrecuente escuchar o leer comentarios u opiniones sobre la proporción de muertes violentas entre hombres y mujeres. Es un hecho que en casi cualquier país del mundo, quizá con un puñado de excepciones, es de cinco a 10 veces más probable ser asesinado si se es varón. Esta queja, en apariencia legítima, así como otras que por su ridiculez no vale la pena mencionar –como aquellas que aparecieron escritas en cartulinas en las redes sociales hace un tiempo—, son usadas como excusas para minimizar la violencia que se ejerce contra las mujeres en este contexto de desigualdad.
Quienes de una u otra forma estamos familiarizados con los estudios de género asimos de inmediato la lógica estructural y/o simbólica de porqué estas muertes, todas lamentables, no son en absoluto comparables. No obstante, quizá no sea necesario urdir en los entresijos de alguna teoría para explicarlo; tal vez baste una comparación burda para quien no cuente con estos insumos intelectuales.
Cuando escuchamos en las noticias que otra –otra… no una— mujer fue encontrada mutilada, violada y asesinada en un paraje desierto de una carretera, nos enfrentamos con que la forma de morir se muestra como una representación fatídica de cómo vivió la víctima. Quienes se quejan de la proporción de homicidios masculinos en comparación con las femeninos, usualmente recurren a la guerra contra las drogas, o la guerra per se, como prueba de sus dichos. Pero piénsese esto: si se hubiese juzgado la condición de las personas de raza negra en los Estados Unidos durante la Guerra Civil desde un punto de vista numérico, alguien muy bien podría haberse quejado sobre que las personas de raza blanca morían más, al menos, en el bando de la Confederación. Por razones evidentes, las personas de raza negra no formaban parte del contingente militar confederado; sólo los individuos de raza blanca podían ser parte activa del conflicto.
En las filas confederadas los negros eran relegados a funciones secundarias, como cavar trincheras, construir caminos y levantar fortificaciones. Llevar a cabo esas funciones representaba un riesgo menor que enfrentar el fuego enemigo, lo que evidentemente producía una tasa de mortalidad muy inferior entre las personas de raza negra. No obstante, centenas de esclavos murieron de hambre, cansancio o ejecutados por supuestas negligencias. Mientras que el soldado blanco que caía en hechos de combate era condecorado póstumamente, el esclavo negro que moría de inanición o cansancio era entregado a sus familiares sin mayor explicación o condecoración si es que tenía suerte; si no la tenía, era arrojado a una fosa común, como sucede con centenas de mujeres en nuestro país.
Esa, la experiencia mortuoria de un esclavo, es la que miles de mujeres experimentan en México y el mundo cada año. No por el hecho de que murieran menos esclavos, ser esclavo es un privilegio. ¡Nadie diría semejante estupidez! Pues bien: no por el hecho de que sean asesinadas menos mujeres, ser mujer es una ventaja.
Lo peor del caso es que la comparación que he hecho tiene defectos que dan cuenta de la profundidad de la injusticia que experimentan las mujeres víctimas de feminicidio. ¡Vaya! El asunto va por partida doble: ¿cómo se podría comparar, en todo caso, la muerte de alguien que, a bayoneta calada, estaba dispuesto a matar con la de alguien que sólo quería amar, salir a divertirse o simplemente vivir? Porque Mara Fernanda Castilla, asesinada por un conductor de la empresa Cabify, o Xitlalhi Alperte, degollada por su vecino en su propia casa, no portaban un rifle con intenciones de usarlo.
Sin saberlo, Fernanda y Xitlalhi fueron las víctimas de una guerra que no declararon y en la que no había para ellas algo qué ganar. ¿Por qué alguien muere como un esclavo en una sociedad liberal moderna? ¿Por qué tiene alguien una muerte tan violenta en tiempos de paz y sin empuñar un arma? La respuesta es que estos no son hechos fortuitos; son necropolítica, el espejismo de una estructura política completa que se rehúsa a cambiar y que se vale de la emotividad del amor romántico para disfrazarse en el terreno de lo “privado”.
Explicación:
No se si te sirva