alguien tiene un resumen del mito de aymara
Respuestas a la pregunta
El Tatú y su Capa de Fiesta
Una noche de luna llena el lago Titicaca decidió celebrar un baile. Las aves estaban encargadas de hacer llegar la invitación a todos los animales que habitaban la meseta, y todos y cada uno de ellos, al recibir el convite, se prepararon con anticipación, esmerándose en el brillo de sus pieles y en la majestuosidad de sus plumajes.
El armadillo Tatú recibió la invitación como todos los demás, pero como él era el representante de la comunidad quería ser el mejor vestido para que se sintieran orgullosos de él y consideraran que su elección había sido acertada; un representante honorable y digno debía deslumbrar con un hermoso atuendo.
Faltaban aun muchos días para la luna llena pero Tatú empezó a teje una capa muy fina, como las redes de las arañas que se ven entre árbol y árbol, entre rama y rama. Con puntadas certereas e hilo delgadísimo, trabajaba Tatú día y noche sin avanzar mucho por la delicadeza y precisión que su trabajo requería. Un día cualquiera pasó el zorro por su cueva y al verlo tan concentrado buscó la manera de incomodarlo, preguntándole una y otra vez a qué se dedicaba y por qué. Tatú, cansado de tanta insistencia, le contó que estaba tejiendo una capa para la fiesta del lago. "Pero ¿cómo piensas acabarla si la fiesta es esta noche?", exclamó el zorro. Tatú no podía creer que el tiempo hubiera pasado tan rápido, sus manos temblaban y se le escapó una gruesa lágrima que el zorro ya no alcanzó a ver.
Tatú no sabía si tendría suficiente tiempo y fuerza para terminar su capa, pero después de reponerse tomó hilos gruesos que le ayudaron a avanzar más rápido. Su destreza era sorprendente, pero la finura se iba perdiendo a medida que avanzaba y la trama se hacía más suelta. Ya de noche, la capa estaba completa. Tatú salió de su cueva, se puso su capa y se estiró para sacar todo el cansancio. Con los brazos estirados, elevó la cabeza y sus ojos vieron la luna en cuarto creciente. ¡Pero si la fiesta era la noche de luna llena!
Sus ojos enrojecieron de cólera y ya salía en busca del zorro cuando sintió el peso du su capa. Al verla bajo la luz brillante de la estrella vio que, a pesar de no ser la capa que había imaginado, era hermosísima y resplandecía por el contraste entre los hilos y las tramas. "Está mejor que la que había concebido en mi cabeza, no tendré que deshacerla y, además, ahora tengo tiempo de sobra".
El travieso zorro, quien siempre disfruta timando a alguien, no se salió con la suya esta vez. Quedó sorprendido al ver la sensación que provocó Tatú cuando llegó con su capa, el día de la fiesta en el lago Titicaca.