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Ayuda porfa, doy corona
Extrae tres (3) oraciones (escribe las oraciones completas) que contengan verbo to be en presente simple y resáltalo o subraya donde se encuentra el mismo.
The Hare and the Turtle
In the world of the animals, there was a very arrogant hare because she said to everyone she was the fastest. That is why she was always laughing at the slow turtle.
Look at the turtle! Hey turtle, don’t run so much that you are going to get tired of going so fast! - The hare used to say laughing at the turtle.
One day, they were talking and it occurred to the turtle to make a strange bet with the hare.
-I am sure I can win you a race- she said.
- To me? - asked the hare astonished.
-Yes, to you. Let’s put our bet on that stone and let’s see who wins the race.
The hare, very amused, accepted. All the animals met to watch the race. The road and the finishing line were marked. Once it was ready, the race started among big applauses.
Relying on her speed, the hare left the turtle go and she remained lazing about. She had time enough to win such a slow creature!
Then she started running, she run fast as the wind while the turtle went slow but without stopping. At once she went ahead. She stopped next to the road and she sat to rest.
When the turtle passed by her side, the hare made fun of her once more. She left her advantage and set out her quick walk. She did the same several times but, in spite of her mocks, the turtle kept her way until she arrived to the finishing line. When the hare woke up, she ran with all her might but it was too late, the turtle had won the race.
That day was very sad for the hare and she learnt a lesson she would never forget: you must never mock of the others.
THE END
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
La liebre y la tortuga
En el mundo de los animales, había una liebre muy arrogante porque decía a todos que era la más rápida. Por eso siempre se reía de la tortuga lenta.
¡Mira la tortuga! ¡Oye, tortuga, no corras tanto que te vayas a cansar de ir tan rápido! - solía decir la liebre riéndose de la tortuga.
Un día, estaban hablando y se le ocurrió a la tortuga hacer una extraña apuesta con la liebre.
-Estoy segura de que puedo ganarte una carrera- dijo.
- ¿A mi? - preguntó la liebre asombrada.
-Si a ti. Apostemos en esa piedra y veamos quién gana la carrera.
La liebre, muy divertida, aceptó. Todos los animales se reunieron para ver la carrera. El camino y la línea de meta estaban marcados. Una vez que estuvo listo, la carrera comenzó entre grandes aplausos.
Confiando en su velocidad, la liebre dejó ir a la tortuga y ella permaneció holgazaneando. ¡Tuvo tiempo suficiente para conquistar a una criatura tan lenta!
Luego empezó a correr, corría rápido como el viento mientras la tortuga iba lenta pero sin detenerse. De inmediato ella siguió adelante. Se detuvo junto a la carretera y se sentó a descansar.
Cuando la tortuga pasó a su lado, la liebre se burló de ella una vez más. Dejó su ventaja y emprendió su rápido paseo. Hizo lo mismo varias veces pero, a pesar de sus burlas, la tortuga siguió su camino hasta que llegó a la meta. Cuando la liebre se despertó, corrió con todas sus fuerzas pero ya era demasiado tarde, la tortuga había ganado la carrera.
Ese día fue muy triste para la liebre y aprendió una lección que nunca olvidaría: nunca debes burlarte de los demás.
EL FIN