Alguien que me pueda hacer un microrelato inventado de lo que sea
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Poco antes de la oración del huerto, un hombre tristísimo que había ido a ver a Jesús conversaba con Felipe, mientras concluía de orar el Maestro.
–Yo soy el resucitado de Naim –dijo el hombre–. Antes de mi muerte, me regocijaba con el vino, holgaba con las mujeres, festejaba con mis amigos, prodigaba joyas y me recreaba en la música. Hijo único, la fortuna de mi madre viuda era mía tan solo. Ahora nada de eso puedo; mi vida es un páramo. ¿A qué debo atribuirlo?
–Es que cuando el Maestro resucita a alguno, asume todos sus pecados -respondió el Apóstol-. Es como si aquél volviera a nacer en la pureza del párvulo…
–Así lo creía y por eso vengo.
–¿Qué podrías pedirle, habiéndote devuelto la vida?
–Que me devuelva mis pecados –suspiró el hombre.
Aprovecho la última posición para compartiros uno de mis primeros microrrelatos, ya que a pesar de ser asiduo a lo breve, sus cuentos y relatos a la hora de escribir aún no me había puesto con este género.
Explicación:
Respuesta:
Todas las mañanas, cuando despertaba, confirmaba con los sellos que aparecían mágicamente en su pasaporte de que sus viajes no habían sido solo un sueño.
2 ¡Felicitaciones, querida, lo hiciste excelente! –anunció la bruja suprema, ayudándola a bajar del podio y dándole una humeante copa para celebrar-. Ya eres una de nosotras, ¿cómo te sientes?
- Bien, emocionada, aunque un poco asustada –respondió la joven, ruborizándose. - No, no, no, no tienes por qué sentirte asustada, querida, si gracias a la ciencia estamos en la mejor época para ser brujas.
- Estoy de acuerdo, –dijo una brujita que estaba parada cerca de ellas-. A diferencia de hace quinientos años, ser bruja ahora es muy fácil, no te imaginas cuantas veces estuve a punto de ser quemada en la hoguera durante la inquisición, fueron tiempos difíciles, perdí muchas amigas.
- Así es, querida, -añadió una anciana que se había acercado a felicitar a la nueva bruja-. Desde que la ciencia tomó las riendas del mundo, la humanidad se volvió tan escéptica que solo cree en lo que puede ver, tocar y probar; dejándonos el camino libre para hacer lo que queramos sin ser juzgadas ni cuestionadas.
- Es cierto, la ciencia ha sido el mejor regalo que nos ha dado Satanás –dijo la suprema-. Es más, propongo un brindis por la ciencia.
- ¡Por la ciencia! –gritaron todas, alzando y sonando sus copas en el aire.
espero haber ayudado te puse dos escoje si quieres otro dime