Historia, pregunta formulada por erickaoreyes08736, hace 1 mes

alguien que me explique que fue el ataque a los sashaincas​

Respuestas a la pregunta

Contestado por carmengcorona26
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Los asháninkas son el pueblo indígena más numeroso de la selva peruana. Viven organizados en comunidades dispersas por las selvas de Junín, Pasco, Cusco, Ayacucho, Ucayali y Huánuco. Se dedican principalmente a la agricultura, la caza y la pesca. Durante el periodo de violencia que afectó al país, fueron uno de los colectivos que más padeció la agresión subversiva. Según el Censo nacional del 2017, 55,489 personas se identificaron como asháninkas.

Desde inicios de los 80, tanto columnas de Sendero Luminoso como narcotraficantes y colonos (pobladores de origen andino) comenzaron a penetrar en la selva central peruana. A mediados de los 80, los senderistas empezaron a secuestrar niños y nativos para aumentar sus huestes guerrilleras.

Esta zona se convirtió en el lugar de repliegue de los senderistas que se retiraban de Ayacucho y, para el año 1989, la presencia de Sendero Luminoso era generalizada, principalmente, en la provincia de Satipo, Junín. Otras zonas de la selva central con importante actividad subversiva fueron las provincias de Chanchamayo, Oxapampa y la meseta del Gran Pajonal.Las incursiones de columnas terroristas fueron acompañadas de asesinatos selectivos y del desplazamiento forzoso de poblaciones nativas a zonas aisladas y de difícil acceso para las fuerzas del Estado. Los principales mandos de las columnas senderistas eran andinos, pero muchos mandos intermedios eran asháninkas adoctrinados que les servían de intérpretes.

Según un estudio realizado por Mariella Villasante, investigadora asociada al Instituto de Derechos Humanos de la PUCP, los senderistas establecieron “bases” en las comunidades nativas a fin de tener a disposición fuentes de alimento y de reclutas (incluyendo niños y adolescentes) para el “ejército popular”.

Así, para fines de la década del 80, Sendero Luminoso ya había arrasado y controlado todas las comunidades del Río Ene y asesinando a los dirigentes comunales que se negaron a colaborar. A estos asesinatos se sumaba la “concientización” mediante la instalación de escuelas populares a fin de adoctrinar y entrenar a los reclutas. Según Villasante:

“Muchos se atrevieron a blandir sus armas contra sus parientes y amigos, algunos tenían 6 o 7 años de edad; y las adolescentes empezaron a servir de esclavas sexuales a los mandos senderistas (andinos y nativos) que pretendían procrear los soldados del ejército de la ‘nueva sociedad’.”

Frente a esta situación, muchos colonos abandonaron el valle del Ene o se desplazaron a Satipo u otras ciudades. Para los asháninkas la huida a las ciudades no era una alternativa, ya que los senderistas habían cerrado las vías de acceso y porque preferían escapar “al monte” antes que a zonas urbanas.

A pesar de esto, en un inicio varios nativos apoyaron a los terroristas, debido a promesas que les hicieron y porque su presencia había desplazado a sus tradicionales rivales, los colonos, a quienes los asháninkas veían como invasores de sus tierras.

Sin embargo, no todos creyeron en los senderistas, sobre todo nativos que habían tenido contacto con las ciudades y que sabían lo que Sendero había hecho en Ayacucho. De acuerdo con un testimonio de la CVR:

“Decían que iban a luchar contra el ejército... que iban a tomar el poder. Yo le decía a la gente, ¿cómo va a ser posible? Eso no es así. Pero no entendían. Como les ofrecían cosas, tiendas, carros... pero yo no creía, ¿cómo van a vencer al Ejército? Si son un montón, están en Lima, están en todas partes... Por eso me fui.”

- Sendero Luminoso cometió crímenes que la CVR recomendó que se investiguen como posible genocidio contra la población asháninka.

- Desde la perspectiva senderista, la forma de vida de este pueblo era incompatible con el “nuevo Estado” que buscaban imponer.

- Según la CVR, cerca de 10 mil asháninkas fueron desplazados forzosamente y 44 de sus comunidades desaparecieron a causa de Sendero Luminoso.

- Los asháninkas habrían perdido entre el 10% y el 20% de su población durante el periodo del terrorismo. A fines de los ochenta, la selva central se convirtió en la zona de repliegue de los senderistas que se retiraban de Ayacucho.

- Las provincia de Satipo, Chanchamayo, Oxapampa y la meseta del Gran Pajonal fueron las zonas más afectadas por la violencia terrorista en la selva central.

- En Oxapampa y Chanchamayo hubo enfrentamientos entre Sendero Luminoso y el MRTA.

- A partir de 1990, las comunidades asháninkas formaron rondas y empezaron a frenar el avance terrorista. Algunas rondas eran promovidas por el Ejército y otras eran autónomas.

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