Alguien puede escribir un cuento de ciencia ficción ni tan largo ni tan corto please?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
numero 1
nombre del cuento: El verano del cohete
Un minuto antes era invierno en Ohio; las puertas y las ventanas estaban cerradas, la escarcha empañaba los vidrios, el hielo adornaba los bordes de los techos, los niños esquiaban en las laderas; las mujeres, envueltas en abrigos de piel, caminaban torpemente por las calles heladas como grandes osos negros. Y de pronto, una larga ola de calor atravesó el pueblo; una marea de aire tórrido, como si alguien hubiera abierto de par en par la puerta de un horno. El calor latió entre las casas, los arbustos, los niños. El hielo se desprendió de los techos, se quebró, y empezó a fundirse. Las puertas se abrieron; las ventanas se levantaron; los niños se quitaron las ropas de lana; las mujeres se despojaron de sus disfraces de osos; la nieve se derritió, descubriendo los viejos y verdes prados del último verano. El verano del cohete.
Las palabras corrieron de boca en boca por las casas abiertas y ventiladas. El verano del cohete. El caluroso aire desértico alteró los dibujos de la escarcha en los vidrios, borrando la obra de arte. Esquíes y trineos fueron de pronto inútiles. La nieve, que venía de los cielos helados, llegaba al suelo como una lluvia cálida. El verano del cohete. La gente se asomaba a los porches húmedos y observaba el cielo, cada vez más rojo. El cohete, instalado en su plataforma, lanzaba rosadas nubes de fuego y calor. El cohete, de pie en la fría mañana de invierno, engendraba el estío con el aliento de sus poderosos escapes. El cohete creaba el buen tiempo, y durante unos instantes fue verano en la tierra.
otro cuento
nombre del cuento: el virus
Hace tiempo que la tierra ya no es el paraíso terrenal que fue en su tiempo. La sobreexplotación de los recursos ha llevado la vida humana a una situación límite.
La contaminación de las aguas, por parte de las industrias de todo el mundo han hecho que enfermemos. La población se ha visto diezmada, pero lo políticos siguen manteniendo que todo sigue bien.
La gente se amontona en las calles pidiendo alimento y agua, pero nadie consigue nada para llevarse a la boca. El primer mundo ha pasado a convertirse en una cloaca, así que no quiero imaginarme esos países que dejamos a la mano de Dios mientras explotábamos sus recursos.
Hace un tiempo que los hospitales deberían estar llenos pero, sin embargo, los médicos parecen calmados y tranquilos. Hay algo que aquí no marcha bien, algo está pasando.
Pasan los días y empiezan a suceder cosas extrañas, ya no se oye a gente pidiendo en las calles, hay tranquilidad, incluso silencio. Hacía años que eso no sucedía.
Decido coger mi mascarilla radioactiva y pasear por lo que queda de bosque. Es raro, juraría que el bosque estaba más cerca, sólo veo montones de tierra a mí alrededor. Cuando me asomo a uno de ellos veo un cadáver, pero el cadáver es verde, y tiene los ojos inyectados de sangre.
Intento irme de allí lo más rápido posible, oigo unas voces detrás de mí, me giro y tienen una pistola. Intento levantar las manos para mostrar que no voy armado. Mis manos ya no son mis manos, ahora son verdes, son del mismo color que el cadáver. Uno de los uniformados se acerca a mí, ya es demasiado tarde – me dice – Adiós.
Explicación: