Alguien me puede ayudar con el resumen del cuento la marca en la pared
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
ExplicacióQuizá fue a mediados de enero del presente año cuando levanté la vista y vi por primera vez la marca en la pared. A fin de concretar el día es preciso recordar lo que una vio. Por esto, ahora, pienso en el fuego, la constante película de luz amarilla sobre la página del libro, los tres crisantemos en el redondeado cuenco de vidrio sobre la repisa de la chimenea. Sí, seguramente era invierno, y acabábamos de tomar el té, por cuanto recuerdo que fumaba un cigarrillo, cuando levanté la vista y vi la marca en la pared por primera vez. Levanté la vista, a través del humo del cigarrillo, y mi vista se fijó durante unos instantes en los carbones ardiendo, y a la mente me vino aquella vieja fantasía de la bandera roja ondeando en lo alto de la torre del castillo, y pensé en la cabalgata de los caballeros rojos ascendiendo por la ladera de la negra roca. Con cierto alivio por mi parte, la visión de la marca interrumpió mi fantasía, ya que se trata de una fantasía vieja, mecánica, quizá nacida en mi infancia. La marca era pequeña y redonda, negra sobre el blanco de la pared, situada seis o siete pulgadas más arriba de la repisa de la chimenea
El canto de los pájaros forzosamente ha de tener un sonido muy alto y raro en el mes de junio; y qué sensación de frío causarán las patas de los insectos sobre el árbol, a medida que avanzan trabajosamente por las hendiduras de la corteza, o toman el sol en la delgada y verde cúpula de las hojas, y miran rectamente al frente con sus ojos rojos tallados como diamantes... Una tras otra, las fibras se quiebran bajo la inmensa y fría presión de la tierra, y entonces llega la última tormenta, y las ramas más altas, al caer, penetran de nuevo profundamente en la tierra. A pesar de todo, la vida no ha terminado; quedan millones de pacientes y vigilantes vidas para un árbol, a lo largo y ancho del mundo, en dormitorios, en buques, en pavimentos, en cuartos de estar donde hombres y mujeres se reúnen después de tomar el té y fuman cigarrillos. Rebosa pensamientos de paz, pensamientos felices, este árbol. Me gustaría considerar por separado cada árbol, pero hay un obstáculo que lo impide... ¿Dónde estaba? ¿De qué trataba? ¿Un árbol? ¿Un río? ¿Colinas? ¿El Almanaque de Whitaker? ¿Campos de asfódelo? Nada recuerdo. Todo se mueve, cae, resbala, se desvanece... Hay una vasta conmoción de la materia. Alguien se encuentra en pie junto a mí, y dice:
Respuesta:
En la primera parte la narradora explica los sucesos que ocurrieron cuando vio por primera vez la marca en la pared. De manera extraña al ver los carbones rojos del cigarrillo lo relaciona con una fantasía que fue originada en su infancia. Luego describe su percepción con relación a la marca en la pared que por primera vez vio piensa que es una marca dejada por un clavo, además reflexiona sobre las personas que vivían antes que ella y expone la causa por la que se cambiaron de casa.
Después piensa que la marca no pudo ser dejada por un clavo debido que su forma era demasiado grande y redondeada; acepta que debía haberse acercado para concretar lo que era la marca pero aceptó que si lo hacía no iba a averiguarlo de todas formas- así que continuó fantaseando- después reflexiona sobre el significado de vida y lo relaciona con que la lancen de un tren el cual viaja a gran velocidad y acabar en el otro extremo sin nada, lo que la lleva a pensar que la vida pasa muy rápido.
Más adelante relaciona la mancha en la pared con un pétalo de flor del anterior invierno, reconociendo su falta de atención ante los quehaceres del hogar. La narradora se propone en continuar sentada en el sillón y alejarse del problema planteado (la mancha en la pared) y pensar de forma libre saltando de un tema a otro sin conexión alguna y sin que alguien se oponga ni se moleste, haciendo comparaciones entre su situación y la de Shakespeare; a continuación expone sus deseos de encontrar pensamientos agradables, los cuales le reportaran prestigio, los que se encuentran incluso en la gente humilde. Expone un pensamiento en el cual enfatiza cuán intuitivamente protegemos de la idolatría nuestra imagen así como de cualquier otro tratamiento que pretenda ridiculizarla.
En la parte consecutiva la narradora hace referencia del machismo existente y de la tablas de precedencias del Whitaker, la cual dice que siempre alguien va tras de alguien desde el punto de vista jerárquico. Luego piensa que la mancha no es circular pareciendo que existe una proyección de sombra. Además ingresa un término nuevo a la lectura que es anticuario que según ella es alguien que estudia y colecciona objetos antiguos. Ahora saca a relucir su parte escéptica y propone que la mancha en la pared es la cabeza de un calvo de más de dos cientos años. Echando por el piso la estructura de precedencias de Whitaker, de manera implícita se opone al patriarcado. Finalmente alguien revela a la narradora que la mancha en la pared en realidad es un caracol, al parecer su esposo, quien lo dice de manera fría.
La marca en la pared es uno de los primeros trabajos, de Virginia Woolf, en donde se utiliza la técnica de flujo de conciencia. Según el sitio web eHow en español, “flujo de conciencia es utilizado para describir la continuidad de impresiones y pensamientos en la mente humana.”
Una de las interrogantes que me he planteado analizar es: ¿por qué no se levanta la narradora del texto para mirar de cerca la marca en la pared? Luego de un minuciosa lectura párrafo a párrafo se pudo entender que la autora no se levanta porque prefiere desarrollar su creatividad imaginando cosas y relacionándolas con otras, es decir describir sus ideas y pensamientos de manera libre y sin sentido objetivo; el tercer párrafo dice: “Hubiera podido levantarme, pero si me levantaba y la miraba, había diez probabilidades contra una de que no supiera averiguarlo con certeza; debido que cuando ocurre una cosa una nunca sabe cómo ocurrió.” En la lectura la narradora hace énfasis en “una” refiriéndose así al género femenino, es decir la narradora destaca el efecto del orden social patriarcal caracterizado por la exclusión a las mujeres, de modo que no tenían participación social ni cultural. Además se podría decir que la narradora siente que un objeto desconocido le da alas para expresar sus ideas, imaginar situaciones que para ella son ideales y volar sobre la realidad pasando de un recuerdo a otro, de una idea a otra para luego relacionarlas.