Alguien me puede ayudar a hacer un monólogo sobre el COVID-19?
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ara hacer más ameno el confinamiento durante la epidemia de coronavirus, unos 150 monologuistas de España y Argentina ofrecen cada día en directo a través de Instagram una dosis de "humor, entretenimiento y compañía", tres aliados "imprescindibles" para superar los días de encierro, según explica su impulsor, el cómico Toni Cano. La iniciativa tiene por nombre Yo me quedo en casa comedy, y se basa en ofrecer cada día nueve horas de monólogos en directo en Instagram, de 17.00 a 01.00 horas, en franjas de 30 minutos.
En ella participan, además de Cano, el actor Òscar Boix, que ha participado en dos cortos que han sido finalistas en el Festival de Sitges, y Eva Cabezas, con doce años de trayectoria y que ha trabajado con Comedy Central y en el programa de La Sexta 'Así nos va'. Los tres cómicos explican a Efe que hacer comedia a través de una pantalla supone un "reto" para ellos y que echan de menos tener al público delante, aunque los comentarios que reciben por redes compensan, en parte, ese vacío.
"Al final solo esperas que si tus conexiones desde tu casa con esta cámara frontal van a servir para que en algún lado en el mundo alguien, además de fijarse en tus canas, pues se eche unas risas, nos damos por pagados", explica Eva Cabezas. Boix agrega: "Hacerlo a través de una pantalla es muy bueno, además la gente luego te envía mensajes agradeciéndote lo que estás haciendo y cómo les haces sonreír". La ayuda es mutua: "ellos también nos ayudan a nosotros".
Las pantallas han permitido romper o estrechar las distancias entre España y Argentina, ya que algunos de los cómicos que participan en el proyecto lo hacen desde el país austral. "Vimos que con el cambio horario, cuando acabamos nosotros podían empezar ellos un par de horas más. Empezamos con la colaboración, al poco tiempo también se decretó la cuarentena allí y ahora trabajamos para intentar hacer que el Atlántico sea un poco más estrecho", indica Cano. Algunos han tenido que cambiar sus códigos o incorporar algunos nuevos para ajustarlos a la situación. Boix, por ejemplo, ha incorporado a su repertorio referencias a la actual pandemia de la covid-19, aunque apunta que "los códigos de la risa siguen intactos".
A Eva Cabezas, sin embargo, le cuesta hacer comedia sobre la pandemia al ser "todo tan reciente" y al basarse su propuesta en un humor costumbrista. "El humor, para que sane, necesita distancia. Dentro de un año nos vamos a reír del covid-19 de otra manera, pero ahora los especialistas en humor negro se están frotando las manos, y me parece maravilloso", señala.
El cierre total que ha provocado la pandemia se ha ensañado con los espectáculos en directo, ha acabado con muchos de ellos y ha dejado en el limbo qué pasará en el futuro. "España está llena de salas independientes que no reciben ningún tipo de ingreso a partir de las delegaciones ni del Gobierno. Tenemos mucho miedo que estas salas desaparezcan", indica Boix. La pandemia pilló a Eva Cabezas con la tercera temporada de su espectáculo de monólogos Curvy a punto de estrenarse en el Pequeño Teatro Gran Vía.
"Empecé hace dos años y pico con una muy buena acogida. Es un espectáculo que me nació del alma, es muy mi momento actual, toca todas esas presiones estéticas y sociales que tiene la mujer que no cumple ciertos cánones establecidos", explica. Ahora prefiere no pensar en ello, aunque no confía en que se retome nada más volver a la normalidad. "En algún momento seguro que todo el mundo hace lo posible", apunta sin embargo.
Cano subraya que los cómicos son "supervivientes" y que están "preparados" para lo que pueda ocurrir en el futuro, aunque reconoce que están inmersos "en un mar de dudas" que esperan "se vaya solucionando poco a poco": "lo primero es la emergencia sanitaria".
En la misma línea se expresa Òscar Boix. "Siempre nos estamos reinventando. Gracias a todo lo que está pasando me estoy volviendo a reinventar, y a partir de ahí volveré a reinventarme, porque en esta profesión, o te creas cada día -dice- o apaga y vámonos". Por eso esperan, como dice Eva Cabezas que "la única pantalla que tengamos entre el público y yo sea una mascarilla como mucho. Si tiene que haber alguna".
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