Historia, pregunta formulada por anaginer208, hace 1 año

Alguien me podría decir en qué Siglo/año se comenzaron a usar los santos patrones de los oficios. También si están vinculados de alguna manera con los gremios de la Baja Edad Media en Europa.
Gracias

Respuestas a la pregunta

Contestado por lospekesrm
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Respuesta:

En la Iglesia católica y en las ortodoxas, en las cuales se cree en la intercesión de los santos, el santo patrón (o santo patrono o simplemente patrono) es un santo que tiene una afinidad especial con una comunidad o un grupo específico de personas y a cuya intercesión se acogen los miembros de esos colectivos. Los términos patrón y patrono (del latín, patrōnus) son sinónimos de defensor y protector. Los santos patronos son considerados por muchos creyentes como intercesores y abogados ante Dios, sea de una nación, un pueblo, un lugar, una artesanía o actividad, una clase, una congregación, un clan o una familia.1

La Iglesia de los viadores [...], ya desde los primeros tiempos de la religión cristiana guardó con gran piedad la memoria de los difuntos y ofreció sufragios por ellos, porque santo y saludable es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados (2 Macabeos 12, 46). Siempre creyó la Iglesia que los Apóstoles y mártires de Cristo, por haber dado el supremo testimonio de fe y de caridad con el derramamiento de su sangre, nos están más íntimamente unidos en Cristo; les profesó especial veneración junto con la Bienaventurada Virgen y los santos ángeles e imploró piadosamente el auxilio de su intercesión. A éstos pronto fueron agregados también quienes habían imitado más de cerca la virginidad y pobreza de Cristo y, finalmente, todos los demás, cuyo preclaro ejercicio de virtudes cristianas y cuyos carismas divinos los hacían recomendables a la piadosa devoción e imitación de los fieles. [...] Es, por tanto, sumamente conveniente que amemos a los amigos y coherederos de Cristo, hermanos también y eximios bienhechores nuestros; que rindamos a Dios las gracias que le debemos por ellos; que los invoquemos humildemente y que, para impetrar de Dios beneficios por medio de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que es el único Redentor y Salvador nuestro, acudamos a sus oraciones, protección y socorro. Todo genuino testimonio de amor que ofrezcamos a los bienaventurados se dirige, por su propia naturaleza, a Cristo y termina en Él, que es la corona de todos los santos, y por Él va a Dios, que es admirable en sus santos y en ellos es glorificado.2​

Explicación:

 

Santo patrón

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En la Iglesia católica y en las ortodoxas, en las cuales se cree en la intercesión de los santos, el santo patrón (o santo patrono o simplemente patrono) es un santo que tiene una afinidad especial con una comunidad o un grupo específico de personas y a cuya intercesión se acogen los miembros de esos colectivos. Los términos patrón y patrono (del latín, patrōnus) son sinónimos de defensor y protector. Los santos patronos son considerados por muchos creyentes como intercesores y abogados ante Dios, sea de una nación, un pueblo, un lugar, una artesanía o actividad, una clase, una congregación, un clan o una familia.1​

San José es el santo patrón de los carpinteros, ingenieros, y trabajadores.

El Concilio Vaticano II expresó el vínculo de veneración hacia los santos cuyos carismas los hacían recomendables a la devoción e imitación de los fieles:

La Iglesia de los viadores [...], ya desde los primeros tiempos de la religión cristiana guardó con gran piedad la memoria de los difuntos y ofreció sufragios por ellos, porque santo y saludable es el pensamiento de orar por los difuntos para que queden libres de sus pecados (2 Macabeos 12, 46). Siempre creyó la Iglesia que los Apóstoles y mártires de Cristo, por haber dado el supremo testimonio de fe y de caridad con el derramamiento de su sangre, nos están más íntimamente unidos en Cristo; les profesó especial veneración junto con la Bienaventurada Virgen y los santos ángeles e imploró piadosamente el auxilio de su intercesión. A éstos pronto fueron agregados también quienes habían imitado más de cerca la virginidad y pobreza de Cristo y, finalmente, todos los demás, cuyo preclaro ejercicio de virtudes cristianas y cuyos carismas divinos los hacían recomendables a la piadosa devoción e imitación de los fieles. [...] Es, por tanto, sumamente conveniente que amemos a los amigos y coherederos de Cristo, hermanos también y eximios bienhechores nuestros; que rindamos a Dios las gracias que le debemos por ellos; que los invoquemos humildemente y que, para impetrar de Dios beneficios por medio de su Hijo Jesucristo, nuestro Señor, que es el único Redentor y Salvador nuestro, acudamos a sus oraciones, protección y socorro. Todo genuino testimonio de amor que ofrezcamos a los bienaventurados se dirige, por su propia naturaleza, a Cristo y termina en Él, que es la corona de todos los santos, y por Él va a Dios, que es admirable en sus santos y en ellos es glorificado.2​


anaginer208: Muchísimas gracias
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