Alguien ayúdeme necesito una historia en ingles
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
The suspicion
“Once upon a time there was a woodcutter who one day realized that he didn't have his ax. Surprised and with tears in his eyes, he found his neighbor near his house, who as he always did, greeted him smilingly and politely.
As he entered his house, the woodcutter suddenly became suspicious and thought that it might have been the neighbor who had stolen his ax. In fact, now that he thought about it, his smile seemed nervous, he had a strange look and he would have even said that his hands were shaking. Well thought out, the neighbor had the same expression as a thief, he walked like a thief and spoke like a thief.
The woodcutter was thinking all this, more and more convinced that he had found the culprit of the theft, when he suddenly realized that his steps had led him back to the forest where he had been the night before.
Suddenly he tripped over something hard and fell. When he looked at the ground ... he found his ax! The woodcutter returned home with the ax, repentant of his suspicions, and when he saw his neighbor again he saw that his expression, gait and manner of speaking were (and had been at all times) the same as ever. "
This short story, which is part of many traditions but apparently has its origin in China, helps us to learn that sometimes our thoughts and suspicions cause us to have distorted perceptions of reality, being able to misinterpret situations and people with great ease . It also teaches us not to accuse someone gratuitously until we have real proof of what we accuse him of.
Traduccion :
La sospecha
“Érase una vez un leñador el cual un día se dio cuenta que no tenía su hacha. Sorprendido y con lágrimas en los ojos, se encontró cerca de su casa al vecino, quien como siempre lo hacía le saludó sonriente y amablemente.
Mientras éste entraba en su casa, el leñador de repente empezó a sospechar y pensar que tal vez hubiese sido el vecino quien le había robado el hacha. De hecho, ahora que lo pensaba bien su sonrisa parecía nerviosa, tenía una mirada extraña e incluso hubiese dicho que le temblaban las manos. Bien pensado, el vecino tenía la misma expresión que un ladrón, caminaba como un ladrón y hablaba como un ladrón.
Todo ello iba pensando el leñador, cada vez más convencido de haber encontrado al culpable del hurto, cuando de repente se dió cuenta de que sus pasos le habían llevado de nuevo al bosque donde había estado la noche anterior.
De pronto, tropezó con algo duro y cayó. Cuando miró al suelo...encontró su hacha! El leñador volvió de nuevo a su hogar con el hacha, arrepentido de sus sospechas, y cuando vio de nuevo a su vecino vio que su expresión, andar y manera de hablar eran (y habían sido en todo momento) las de siempre.”
Esta historia corta, la cual forma parte de muchas tradiciones pero al parecer tiene su origen en China, nos sirve para aprender que a veces nuestros pensamientos y sospechas nos hacen tener percepciones distorsionadas de la realidad, pudiendo llegar a malinterpretar situaciones y personas con gran facilidad. También nos enseña a no acusar a alguien gratuitamente hasta tener pruebas reales de aquello de lo que le acusamos.