ÁLEX ROVIRA
Aquello que decimos o escribimos es
mucho más que sonido o impresión: es
construcción de nuestro universo. Las
palabras son el vehículo de contacto de
nuestra alma con la realidad y gracias a
ellas tomamos conciencia y
simbolizamos lo vivido. Ellas brindan
además la posibilidad de significar toda
experiencia, desde lo aparentemente
banal hasta lo trascendente: nos
ayudan a dar un sentido a la vida.
Gracias a las palabras percibimos las
diferencias, los contrastes. Y nos
acercamos al mundo. Con ellas
creamos y exploramos universos reales
e imaginarios. Son puente y camino
para conocer y reconocer al ser
próximo, descubrir sus matices, su
humanidad, y, cómo no, son también el
vehículo para llegar hasta nosotros
mismos. Paradójicamente, también nos
ayudan a tomar distancia, a ganar
perspectiva, a desahogarnos. Nos
permiten acercarnos y alejarnos,
gestionar distancias, entregarnos o
partir.
“La palabra es mitad de quien la
pronuncia, mitad de quien la escucha”,
dejó escrito Michel de Montaigne. Nos
pertenecen a ambas partes en diálogo
cuando este es sincero, cuando la
escucha es atenta, cuando hay
voluntad de encuentro. En ellas nos
encontramos y por eso nos unen, nos
llevan al intercambio, a la relación, al
encuentro. Y así es como nos hacen
ver, sentir y crecer.
Algunas condensan experiencias,
sentimientos, anhelos e incluso una
vida: el nombre del lugar amado, la
canción que evoca el recuerdo, la
poesía que siempre nos acompaña, la
voz de nuestros afectos. Al escuchar
palabras como hijo, amigo, padre,
madre o especialmente el nombre
propio del ser amado, se evoca y
recrea un universo de recuerdos y
emociones a veces más rico e intenso
que la propia realidad cotidiana […].
La palabra sorprende y emociona. Con
ella podemos hacer alquimia interior:
aliviar dolores, lidiar con las dudas,
rabias y culpas, concluir duelos, sanar
heridas, convencer miedos, soltar
yugos, terminar quizá con esclavitudes
interiores y exteriores: liberar y
liberarnos.
Responde a las siguientes preguntas sobre la noticia de Álex Rovira.
a) ¿En qué fragmento del texto se explica qué es la comunicación?
b) ¿A qué elemento de la comunicación se refiere el autor al decir Aquello que
decimos o escribimos es mucho más que sonido o impresión?
2. Completa las siguientes afirmaciones a partir del texto que acabas de leer.
• El texto gira en torno a la palabra, por tanto, se basa en la
comunicación…...............................................................................................
• El diálogo es la muestra más evidente de la
comunicación…................................................................................................
3. Explica con tus palabras el significado de la siguiente expresión del texto:
“La palabra es mitad de quien la pronuncia, mitad de quien la escucha”.
4. Determina los elementos de la comunicación y qué funciones del lenguaje
predominan en este texto.
5. En el texto, el autor nos habla de la palabra, tanto oral como escrita. Señala
si son verdaderas (V) o falsas (F) estas afirmaciones sobre la comunicación
y explica tu respuesta.
• En la lengua escrita, la ortografía suple a la entonación.
• Se suelen cometer errores, tanto en la lengua oral como en la escrita.
• Existe posibilidad de interacción entre el emisor y el receptor en la lengua escrita.
Respuestas a la pregunta
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Respuesta:
• En la lengua escrita, la ortografía suple a la entonación.
• Se suelen cometer errores, tanto en la lengua oral como en la escrita.
• Existe posibilidad de interacción entre el emisor y el receptor en la lengua escrita.
Explicación:
Determina los elementos de la comunicación y qué funciones del lenguaje
predominan en este texto.
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