Al término de la guerra nombre se le dio a esta nueva nación
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La nación, esa comunidad construida socialmente e imaginada por las personas que se perciben a sí mismas como parte de un grupo, como una vez la describirían politólogos e historiadores contemporáneos como Benedict Anderson, ¿es aún una agenda pendiente luego de 200 años de independencia política de Colombia?
“Hay que diferenciar la idea de nación que tenemos hoy del ideal de nación que tenían los próceres y dirigentes públicos en la época. La nación no ha existido desde siempre y ellos se tuvieron que entregar a la tarea de construirla. La independencia de la América Hispánica, entre ellas Colombia, tiene que ver con la crisis que vivió España cuando en el año 1808 Napoleón la invade. Hay un replanteo de la idea de soberanía y poder, y ese potencial revolucionario es aprovechado por las colonias hispanas para construir ideal de nación con países independientes. El ideal de nación que nosotros tenemos hoy es entendido como una nación diversa y pluricultural”, dice Liliana López Lopera, profesora del Departamento de Humanidades de EAFIT, coautora de libros como La guerra por las soberanías. Memorias y relatos de la guerra civil de 1859-1862 en Colombia (2008).
Y es que la investigadora, experta en la construcción de la narrativa nacional en Colombia, expresa que en la época de la independencia se habían instalado varios ideales de nación. Por un lado, se conservó la identidad de España como Madre Patria y, tras la declaración de autonomía hacia el poder del rey Fernando VII en el año 1813, se construye un ideal de nación americano que, de cierto modo, resume el sueño de Bolívar: formar una patria grande en el continente.
“Hoy entendemos la nación como una comunidad política en la cual hay un reconocimiento compartido de derechos y obligaciones entre los miembros, es decir, los ciudadanos. Hay cierto sentido de homogeneidad en términos de obligaciones políticas, en ese sentido Colombia no ha logrado construir ese espacio de igualdad. Colombia ha carecido históricamente de un momento de afirmación nacional. Podemos decir que, por razones históricas y geográficas, nuestra sociedad ha sido una sociedad tremendamente fragmentada y como consecuencia de esa fragmentación de la sociedad civil no existió lo que podríamos llamar un bloque hegemónico capaz de imponer un proyecto realmente nacional”, expresa Mauricio Uribe López, jefe del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas de EAFIT y autor del libro La Nación Vetada: Estado, desarrollo y guerra civil en Colombia (2013).
Como hito de este proceso histórico se reconoce, según los historiadores políticos, el segundo Congreso de Angostura, en Venezuela, como el momento en que comienza a construirse el proyecto de esa gran nación conocida como la Gran Colombia, cuando Bolívar pronuncia el famoso Discurso de Angostura, en febrero de 1809. Este proyecto nacional luego se disuelve para el surgimiento de la Nueva Granada, con la Constitución Neogranadina del año 1832.
En ese sentido, para Juan Camilo Escobar Villegas, profesor del Departamento de Gobierno y Ciencias Políticas, la nación como tal es un concepto que surge en la modernidad y que logra instalarse en las sociedades americanas después de la independencia como un proyecto en el que primó el ideal de homogeneizar a la población bajo ciertos criterios culturales.
“Al mismo tiempo fue surgiendo el anhelo de una organización política común para todos, especialmente a través de lo que se estaba gestando en esas revoluciones liberales de independencia, no solamente en América sino en Europa, que consistía en organizar gobiernos republicanos y demócratas en los cuales la población tenía una serie de derechos que estarían garantizados por la misma constitución política. Ahí aparece un elemento jurídico muy importante que son las constituciones”, explica el profesor Juan Camilo Escobar.
Frente a los desafíos que se plantean en la construcción de nación futura, entendida como una sociedad organizada por medio del cumplimiento de los derechos y las obligaciones que considera el pensamiento liberal consagrado en la Constitución de 1991, el profesor Adolfo Maya Salazar, coordinador de la maestría en Gobierno y Ciencias Políticas de EAFIT, opina que la construcción de nación en Colombia es un proceso que está aún en curso.
“En 200 años de vida política hay muchos logros, pero realmente no suficientes para superar una situación de profunda fragmentación de la comunidad política.
Para que una nación exista debe existir el principio de soberanía como base fundamental del relato. Así lo considera Liliana López, quien complemente que “si algo ha caracterizado a Colombia.
Explicación:
coronita porfa