adjetivos y adverbios de un anuncio de chocolate
Respuestas a la pregunta
Respuesta:oda prisa, y mirando a todas partes azorado, una inmensa jícara de suculento chocolate, con una pirámide colosal de dorados picatostes... Pasado el primer susto, y no escuchando ya en la casa otro ruido extraordinario que el incesante ir y venir de la gente que de la calle entraba, Villamelón sintió en toda su pujanza el aguijón más terrible que podía hostigarle: ¡el aguijón del hambre!
En los fondos de la Catedral, después de atravesar el reducido patio donde se encienden los incensarios y se cocina el chocolate canonjil, súbese por una escalera de pino a una serie de estancias siempre obscuras.
Verdad es que Dios iba siempre en ayuda de Thiers, porque doña Tula, que en verano adoptaba el mismo sistema de comidas, hacía todas las tardes un chocolate riquísimo y casi siempre mandaba al enfermo una jícara, bien custodiada de mojicón y bizcochos.
Sin embargo, sabía a qué atenerse sobre su carácter y le apreciaba tanto que tenía confianza bastante para no barrerle el cuarto hasta las cuatro de la tarde y llevarle el chocolate quemado dos o tres veces por semana.
La familia sorbía con delectación el chocolate líquido, y lo mascaba crudo como si mascase pan.
Era, en fin, un verdadero almuerzo español; con el indispensable chocolate.
Sirvieron en seguida el chocolate humeante y espumoso, y mientras don Manuel lo tomaba a sorbos, con esfuerzo, el cura y el maestro lo saboreaban con deleite, mojando en los delicados pocillos hasta el último bizcocho y la última rebanada de pan rustrido.
Le tomaré algunas piezas de prueba de estos linones rosa y crema pero nada de estos estampados chocolate.
Yo reviento, ¿qué chocolate endiablado es el que ahora he tomado?
Explicación: