adjetivos calificativos en "la botella de Chicha" de Julio Ramón Ribeyro
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
pero cuantoooosss, esa es la lectura?, especifica
Explicación:
En una ocasión tuve necesidad de una pequeña suma de dinero y como era imposible procurármela por las vías ordinarias, decidí hacer una pesquisa por la despensa de mi casa, con la esperanza de encontrar algún objeto vendible o pignorable. Luego de remover una serie de trastos viejos, divisé, acostada en un almohadón, como una criatura en su cuna, una vieja botella de chicha. Se trataba de una chicha que hacía más de quince años recibiéramos de una hacienda del norte y que mis padres guardaban celosamente para utilizarla en un importante suceso familiar. Mi padre me había dicho que la abriría cuando yo me recibiera de bachiller. Mi madre, por otra parte, había hecho la misma promesa a mi hermana, para el día que se casara. Pero ni mi hermana se había casado ni yo había elegido aún qué profesión iba estudiar, por lo cual la chicha continuaba durmiendo el sueño de los justos y cobrando aquel inapreciable valor que dan a este género de bebidas los descansos prolongados…
Con la pipa de barro, me dirigí a la chichería de don Eduardo.
—Fíjate lo que tengo —dije mostrándole el recipiente—. Una chicha de jora de veinte años. Solo quiero por ella treinta soles. Está regalada.
Don Eduardo se echó a reír. —¡A mí!, ¡a mí! —exclamó señalándose el pecho—. ¡A mí con ese cuento! Todos los días vienen a ofrecerme y no solo de veinte años atrás. ¡No me fío de esas historias! ¡Como si las fuera a creer! Cuando llegué a la casa había oscurecido y me sorprendió ver algunos carros en la puerta y muchas luces en las ventanas. No bien había ingresado a la cocina cuando sentí una voz que me interpelaba en la penumbra. Apenas tuve tiempo de ocultar la pipa de barro tras una pila de riódicos. —¿Eres tú el que anda por allí? —Preguntó mi madre, encendiendo la luz—. ¡Esperándote como locos! ¡Ha llegado Raúl! ¿Te das cuenta? ¡Anda a aludarlo! ¡Tantos años que no ves a tu hermano! ¡Corre!, que ha preguntado por ti.